LO QUE AÚN OCULTAN LAS ARENAS DE EGIPTO

 

El antiguo Egipto, a pesar de ser una de las civilizaciones más estudiadas y exploradas, aún guarda muchos secretos. Se estima que solo entre un 30% y un 40% de los restos arqueológicos han sido descubiertos. Esto significa que alrededor del 60%-70% de las riquezas arqueológicas aún podrían estar enterradas bajo la arena, esperando ser desenterradas.  
Grandes extensiones del desierto occidental siguen sin explorarse en detalle. Esta vasta área podría contener tumbas, ciudades o incluso templos que aún no han sido descubiertos. 
Zonas alejadas de los sitios arqueológicos más famosos (como el Valle de los Reyes) no han sido exploradas con la misma intensidad. Aquí es donde podrían encontrarse tumbas de faraones menos conocidos o de nobles y funcionarios y en lugares como Saqqara, Giza y Abydos, hay indicios de que existen más niveles subterráneos, con posibles indicios de encontrar nuevos hallazgos 

Factores que dificultan los nuevos descubrimientos: 

Erosión y destrucción natural: Algunos sitios pueden haber sido dañados o enterrados profundamente por la erosión, lo que hace más difícil su descubrimiento. 
Tecnología limitada en el pasado: Muchas excavaciones tempranas no contaban con la tecnología avanzada que hoy tenemos, como el radar de penetración terrestre (GPR) y la tomografía computarizada, lo que significa que algunas áreas podrían haber sido pasadas por alto. 

Perspectivas futuras: 

Con el avance de la tecnología y el continuo esfuerzo de arqueólogos de todo el mundo, es probable que en las próximas décadas se realicen descubrimientos que arrojen nueva luz sobre aspectos desconocidos de la vida, la religión, la política y la estructura social del antiguo Egipto. Cada descubrimiento tiene el potencial de cambiar lo que sabemos y agregar nuevas piezas al complejo rompecabezas de esta fascinante civilización. 
Aunque se ha avanzado mucho en la exploración del antiguo Egipto, aún queda una porción significativa por descubrir, lo que hace que la egiptología siga siendo un campo emocionante y lleno de potenciales revelaciones. 

Enumerar la lista de lo que falta por descubrir sería imposible, pero que se podría hacer una lista de algunos de los reyes y otros personajes que están aún por descubrir o que sus cuerpos fueron hallados en lugares o bien equivocados o bien perdidos en un mar de dudas y discusión. No son todos los que son, pero si todos los que están. 

Dinastía II 

Peribsen  

Su tumba, situada en Abydos, es notable porque se aparta del estilo de sus predecesores y sucesores, lo que sugiere un período de inestabilidad o cambio. Aunque se han encontrado restos de su tumba, incluyendo inscripciones y sellos con su nombre, el lugar donde fue enterrado sigue siendo un misterio. No se han encontrado evidencias claras de su entierro, lo que alimenta la especulación sobre su destino final y la naturaleza de su reinado. La tumba de Peribsen sigue siendo un enigma arqueológico que podría ofrecer valiosas pistas sobre un período crucial en la formación del estado egipcio. 

Khasekhemuy 

Último faraón de la Dinastía II , es uno de los monarcas más enigmáticos de la historia temprana de Egipto. Gobernó en un período de transición, marcando el final de una dinastía caracterizada por conflictos internos y posiblemente guerras civiles. 



Aunque se ha encontrado una estructura funeraria monumental atribuida a Khasekhemuy en Abydos, su tumba real no ha sido definitivamente localizada. Este gran recinto funerario, que es uno de los primeros ejemplos de arquitectura monumental en Egipto, sugiere la importancia de su reinado, pero no se ha encontrado ninguna cámara funeraria que contenga sus restos. Esto ha llevado a la especulación de que su tumba podría estar en otro lugar, quizás aún oculta bajo las arenas de Abydos o en alguna otra ubicación no identificada. La tumba perdida de Khasekhemuy  podría proporcionar claves esenciales sobre la unificación del país y el final del Período Arcaico. 

 

Dinastía III 

Huni  

Considerado el último faraón de la Dinastía III, es una figura enigmática en la historia de Egipto. Su reinado precedió al de Snefru, el gran constructor de pirámides de la Dinastía IV, pero la información sobre Huni es escasa y fragmentaria. 



Se cree que Huni fue el responsable de la construcción de varias pirámides menores en Egipto, y algunos estudiosos sugieren que inició la construcción de la pirámide en Meidum, completada posteriormente por Snefru. Sin embargo, la ubicación exacta de su tumba sigue siendo incierta. Aunque se ha propuesto que su tumba podría estar en el área de Dahshur, no se ha identificado una estructura que pueda ser definitivamente atribuida a él. 

Encontrar su tumba no solo ayudaría a esclarecer detalles de su vida y reinado, sino que también arrojaría luz sobre los primeros desarrollos en la construcción de pirámides, un aspecto fundamental de la civilización egipcia. 

 

Dinastía IV 

Shepseskaf  

Último faraón de la Dinastía IV es una figura destacada por su aparente ruptura con la tradición arquitectónica de sus predecesores. Mientras que sus antecesores, como Keops y Micerino, fueron constructores de las famosas pirámides de Giza, Shepseskaf eligió un tipo de tumba diferente: una mastaba monumental en Saqqara, conocida como la "Mastaba el-Faraún". 
Aunque esta mastaba ha sido identificada y se le atribuye, no ha sido excavada completamente ni se ha encontrado la cámara funeraria o los restos del faraón, lo que deja abierta la posibilidad de que su tumba definitiva aún esté por descubrir. La elección de una mastaba en lugar de una pirámide sigue siendo un misterio, y el descubrimiento de su tumba podría ofrecer una comprensión más profunda de los cambios en las prácticas funerarias y en la ideología real al final de la Dinastía IV. 

Mastaba de Shepseskaf 


La búsqueda de la tumba de Shepseskaf es crucial no solo para completar la historia de esta dinastía, sino también para entender la evolución de la arquitectura funeraria en el antiguo Egipto. Encontrar su tumba podría revelar detalles importantes sobre la transición entre la IV y la V Dinastía y el cambio en las prácticas funerarias de los faraones. 

 

Dinastía V 

Userkaf  

El fundador de la Dinastía V, es conocido por iniciar una nueva era en la historia del antiguo Egipto, marcada por el aumento del culto solar y la construcción de los primeros templos dedicados al dios Ra. Aunque una pirámide en Saqqara se le ha atribuido, la identificación de su tumba sigue siendo objeto de debate. 



La pirámide de Userkaf en Saqqara, conocida como la "Pirámide de Userkaf", es más pequeña y modesta en comparación con las de la Dinastía IV. Sin embargo, los arqueólogos han encontrado dificultades para localizar su cámara funeraria, y los restos asociados con su entierro no han sido descubiertos con certeza. Esto ha llevado a especulaciones de que su tumba podría estar en otro lugar o que los elementos clave de su entierro aún están ocultos dentro de la estructura o en sus alrededores. 

Pirámide de Userkaf


La falta de una tumba identificada definitivamente para Userkaf añade un elemento de misterio a su reinado, especialmente dado su papel crucial en la transición hacia la Dinastía V y la evolución de las prácticas religiosas y funerarias. Djedkara Isesi  
Aunque una pirámide en Saqqara, conocida como la "Pirámide de Djedkara", ha sido atribuida a él, la identificación completa de su tumba sigue siendo incierta. La pirámide está en ruinas y nunca ha sido excavada a fondo, lo que significa que no se han encontrado restos o inscripciones definitivas que confirmen la presencia del faraón en este lugar. Además, el estado fragmentado de la estructura dificulta la investigación arqueológica, dejando abierta la posibilidad de que su tumba pueda estar en otro lugar o que su enterramiento aún no haya sido descubierto dentro de la misma pirámide. 
Encontrar su tumba no solo proporcionaría información sobre este faraón, sino que también podría arrojar luz sobre las transiciones políticas y religiosas que llevaron al fin de esta dinastía y al comienzo de la siguiente. 
 

Dinastía VI 

Pepi I  

Es conocido por su largo reinado y por llevar a Egipto a una etapa de prosperidad y estabilidad. Su mandato fue marcado por la consolidación del poder central, expansiones militares y una gran actividad constructora, incluyendo su propia pirámide. 
La "Pirámide de Pepi I", ubicada en Saqqara, ha sido identificada y es notable por los Textos de las Pirámides encontrados en sus cámaras funerarias, los cuales son algunas de las inscripciones religiosas más antiguas de Egipto. Sin embargo, la tumba de Pepi I sigue siendo un tema de debate. Aunque se ha identificado una cámara funeraria, no se han encontrado restos humanos que puedan ser confirmados como suyos. Además, la pirámide ha sufrido daños y colapsos a lo largo de los siglos, lo que ha complicado la investigación. 
La incertidumbre sobre la tumba de Pepi I ha llevado a algunas teorías que sugieren que sus restos podrían haber sido trasladados o que su tumba aún está por descubrir completamente dentro de la estructura o en sus inmediaciones. 

Pepi II  

Es conocido por haber gobernado Egipto durante más de 90 años. Este extenso reinado, sin embargo, coincidió con el inicio de la decadencia del poder central del Imperio Antiguo, lo que llevó al Primer Período Intermedio, una era de fragmentación y crisis. 
La "Pirámide de Pepi II", situada en Saqqara, ha sido identificada y es conocida por sus inscripciones de los Textos de las Pirámides, similares a las de sus predecesores. Sin embargo, a pesar de su identificación, los detalles exactos de su tumba siguen siendo inciertos. La pirámide, aunque inicialmente grandiosa, sufrió un colapso significativo y ha quedado muy dañada, lo que ha dificultado la exploración arqueológica. 



No se han encontrado restos que puedan ser confirmados como los de Pepi II, y la disposición interna de la pirámide ha planteado preguntas sobre si su tumba principal podría haber sido destruida o si sus restos fueron reubicados. La incertidumbre sobre su tumba y los detalles asociados con su entierro reflejan las dificultades políticas y económicas que probablemente marcaron el final de su reinado y el colapso subsiguiente del Antiguo Reino. Resolver el misterio de la tumba de Pepi II podría arrojar luz sobre este período crítico en la historia egipcia y las transiciones que siguieron. 

 

Dinastía VII–X 

Faraones de la dinastía VII–X Estos períodos fueron tiempos de caos y desorden, y los registros de los faraones son fragmentarios. Las tumbas de muchos de estos gobernantes aún no se han encontrado. 

Dinastía XI 

Mentuhotep II  

Es célebre por haber reunificado Egipto tras el caos del primer período intermedio. Su reinado marcó el comienzo de una nueva era de estabilidad, prosperidad y expansión para el país. 
Mentuhotep II es especialmente conocido por su complejo funerario en Deir el-Bahari, que combina características de una pirámide y un templo funerario. Este sitio monumental es uno de los más importantes de la historia egipcia, destacando por su diseño arquitectónico innovador y su influencia en los templos funerarios posteriores, como el de Hatshepsut. 
Aunque la tumba de Mentuhotep II ha sido encontrada y su complejo funerario ha sido bien estudiado, algunos detalles siguen sin estar claros. La cámara funeraria y la disposición exacta de su entierro han generado debate, ya que no se han encontrado restos humanos que puedan ser confirmados como los suyos con certeza. Además, la estructura interna del complejo es compleja y ha sufrido daños a lo largo de los milenios, lo que ha dificultado la interpretación completa de su función y significado. 

Restos del templo funerario de Mentuhotep II construido en Deir el-Bahari.


La falta de claridad sobre algunos aspectos de su tumba deja abiertos importantes interrogantes sobre las prácticas funerarias de este período y sobre la vida y muerte de un faraón clave en la historia de Egipto. Un estudio más profundo y nuevas excavaciones podrían ayudar a resolver estos misterios, ofreciendo una visión más completa del reinado y el legado de Mentuhotep II. 

 

Mentuhotep III  

Gobernó durante un período de consolidación tras la reunificación de Egipto lograda por su padre. Aunque su reinado fue relativamente corto, es recordado por haber llevado a cabo importantes expediciones comerciales y por fomentar la construcción monumental en Egipto. 
La tumba de Mentuhotep III se cree que está ubicada en Deir el-Bahari, el mismo sitio donde se encuentra el complejo funerario de su padre. Sin embargo, a diferencia de la tumba de Mentuhotep II, la de Mentuhotep III no ha sido identificada con certeza. Aunque se han encontrado estructuras y restos que podrían pertenecer a su tumba, la falta de inscripciones definitivas y la ausencia de restos humanos atribuibles a él han mantenido la identificación de su lugar de entierro en el reino de la especulación. 
La falta de certeza sobre su tumba subraya la necesidad de más investigaciones en Deir el-Bahari, donde aún podrían estar ocultos muchos secretos de la antigua historia de Egipto. 

 

 

Dinastía XII 

Amenemhat I  

Conocido por haber establecido el reino medio y por consolidar el poder central tras el Primer Período Intermedio. Su reinado marcó el inicio de un período de estabilidad y prosperidad para Egipto. 
A pesar de su importancia histórica, la tumba de Amenemhat I aún no ha sido localizada. Se sabe que construyó una pirámide en El-Lahun (o Kahun), pero los detalles específicos de su tumba siguen siendo inciertos. La pirámide de El-Lahun, aunque identificada como la de Amenemhat I, ha sido objeto de debate en cuanto a su construcción y la disposición de las cámaras funerarias, ya que no se ha encontrado una cámara funeraria intacta o inscripciones definitivas que confirmen su entierro. 
El hallazgo de su tumba podría proporcionar información crucial sobre el final del Primer Período Intermedio y el establecimiento del Reino Medio, además de ofrecer una visión más clara sobre las prácticas funerarias de la Dinastía XII. 

 

Senusret II  

Es conocido por su contribución significativa al desarrollo y florecimiento del Reino Medio. Durante su reinado, se realizaron importantes proyectos de construcción, incluida la famosa pirámide en El-Lahun (o Kahun), una de las estructuras funerarias más destacadas de la época. 
Aunque la pirámide de Senusret II en El-Lahun ha sido identificada y explorada, la tumba de Senusret II sigue sin encontrarse completamente. La pirámide en sí ha sido excavada, pero su cámara funeraria y las tumbas asociadas no han sido encontradas en su totalidad. La estructura ha sido dañada y saqueada a lo largo de los siglos, lo que ha dificultado la identificación definitiva de su sepulcro. 

Senusret III  

Es conocido por sus importantes contribuciones al reino medio, incluyendo reformas militares y administrativas que fortalecieron la posición de Egipto. Su reinado es recordado por las campañas militares en Nubia y por la consolidación del poder central. 
Aunque se han identificado estructuras y monumentos asociados con Senusret III en Dashur y Abydos, la tumba de este faraón no ha sido completamente localizada. En Dashur, su pirámide, conocida como la "Pirámide de Senusret III", es notable por su diseño innovador, pero la tumba principal y la cámara funeraria permanecen sin identificar. En Abydos, se han encontrado elementos relacionados con su culto y administración, pero no se ha confirmado la ubicación exacta de su tumba. 



La falta de una tumba identificada completamente para Senusret III plantea importantes preguntas sobre su entierro y el contexto funerario de la Dinastía XII. Resolver este misterio podría ofrecer información valiosa sobre las prácticas funerarias de la época, así como sobre la vida y el legado de uno de los faraones más influyentes del Reino Medio. 

 

Sobekneferu  

Su ascenso al trono marcó una excepción en una dinastía dominada por faraones masculinos y su reinado, aunque breve, es significativo por el contexto en el que se produjo. 



A pesar de su importancia, la tumba de Sobekneferu aún no ha sido encontrada. Se sabe que construyó una pirámide en El-Lahun (o Kahun), pero la estructura ha sido excavada de manera incompleta y no se han encontrado restos definitivos o una cámara funeraria claramente identificada como suya. Las inscripciones y monumentos que la mencionan son escasos, y la falta de una tumba confirmada ha mantenido su lugar de entierro envuelto en misterio. 
Resolver este enigma podría proporcionar nuevas perspectivas sobre el papel de las mujeres en la realeza y las transiciones en la Dinastía XII. 

 

Dinastía XIII 

Un período con muchos faraones, y la mayoría de sus tumbas aún no se han encontrado. 

Dinastía XIV 

Estos reyes de la región de Heracleópolis, cuyas tumbas son aún desconocidas. 

Dinastía XV 

Faraones Hicsos, dinastía que gobernó durante el Segundo Período Intermedio; no se han encontrado tumbas definitivas de los reyes hicsos como Apofis I, II o Jamudy 

Dinastía XVII  

Seqenenra Taa  

Es una figura destacada por su papel crucial en el inicio de la expulsión de los invasores hicsos y la reunificación de Egipto. Su reinado marcó el principio del fin de la ocupación extranjera y la restauración del poder egipcio bajo la Dinastía XVIII. 
Aunque la momia de  fue descubierta en Deir el-Bahari en 1881, su tumba original aún no ha sido identificada con claridad. La momia, encontrada en una tumba de la dinastía posterior, reveló signos de un violento fallecimiento, lo que sugiere que murió en combate o fue ejecutado, un hecho que ha añadido un matiz dramático a su historia. Sin embargo, la tumba donde originalmente fue enterrado no ha sido hallada de manera definitiva. 

cabeza de la momia de Seqennenra Taa con las heridas abiertas visibles


El descubrimiento de la tumba original de Seqenenra Taa podría proporcionar información crucial sobre sus últimos días y el contexto de su reinado. La identificación de su tumba ayudaría a entender mejor el impacto de su liderazgo en la lucha contra los hicsos y la restauración del poder egipcio. 

 

Dinastía XVIII 

Amenhotep I 

Es conocido por su papel en el establecimiento y consolidación de la dinastía XVIII, así como por sus contribuciones a la cultura y la administración egipcia. Su reinado es recordado por el fortalecimiento del poder real y la expansión de las fronteras egipcias. 
Aunque la momia de Amenhotep I fue descubierta en Deir el-Bahari en 1881, su tumba original sigue sin ser identificada con certeza. La momia, que fue hallada en una tumba de la dinastía posterior, reveló detalles sobre su tratamiento funerario y su lugar de descanso, pero no proporcionó información definitiva sobre su tumba original. 



Se sabe que Amenhotep I fue enterrado en una tumba construida en la Valle de los Reyes (específicamente la KV-39), pero la identificación de su tumba original y la estructura funeraria que él mismo ordenó construir no se ha resuelto completamente. Esto ha llevado a especulaciones sobre la ubicación real de su tumba y si la estructura que se le atribuye es la definitiva o si su lugar de entierro inicial se encuentra en otro lugar. 

Thutmose II  

Es conocido por su breve reinado antes de la ascensión de su hijo, Thutmose III. Su reinado estuvo marcado por continuos conflictos y campañas militares para consolidar el poder egipcio y estabilizar las fronteras. 
La tumba de Thutmose II se encuentra en el Valle de los Reyes (KV42), pero su historia es inusual. La tumba fue usurpada por Hatshepsut, su esposa y hermana, quien asumió el poder y se convirtió en faraón. Hatshepsut reusó esta tumba para su propio entierro, lo que ha complicado la identificación y el estudio de la tumba original de Thutmose II. 
Aunque la tumba KV42 está bien documentada y estudiada, los elementos funerarios asociados con Thutmose II han sido en gran parte reemplazados o alterados debido a la intervención de Hatshepsut. Los restos de Thutmose II, al igual que su cámara funeraria original, aún no han sido completamente identificados. La identificación de su tumba original y la resolución del impacto de Hatshepsut sobre ella son cruciales para comprender mejor el contexto de su reinado y las complejidades políticas de su tiempo. 

Hatshepsut 

Una de las faraonas más notables, es célebre por ser una de las pocas mujeres en ocupar el trono de Egipto. Su reinado es recordado por la construcción de monumentales templos, como el de Deir el-Bahari, y por sus exitosas expediciones comerciales, como la famosa misión a Punt. 
La tumba de Hatshepsut ha sido objeto de considerable debate y exploración. Aunque se ha identificado una posible ubicación en el Valle de los Reyes (KV20), esta ubicación aún no ha sido confirmada definitivamente. La tumba originalmente construida para su padre, Thutmose I, y más tarde utilizada por Hatshepsut, ha sido parcialmente explorada, pero su cámara funeraria y los restos asociados a Hatshepsut no se han encontrado con certeza. 
Además, se ha propuesto que la tumba de Hatshepsut podría estar en la tumba de Thutmose III (KV34) o en un lugar cercano dentro del Valle de los Reyes, debido a las acciones realizadas tras su muerte, donde se llevaron a cabo intentos de borrar su memoria y reubicar sus restos. Sin embargo, a pesar de estas teorías, no se ha encontrado evidencia definitiva que confirme su lugar de entierro. 
Encontrar su tumba proporcionaría información crucial sobre su vida y legado, y podría arrojar luz sobre los intentos posteriores de borrar su memoria del registro histórico. 

Smenkhkara

es una figura enigmática cuya existencia y papel en la historia egipcia han sido objeto de considerable debate entre los egiptólogos. Su reinado, breve y poco documentado, es un misterio debido a la falta de evidencia clara sobre su identidad y logros. 
La tumba de Smenkhkara sigue sin ser descubierta, y su identidad es tema de controversia. Se ha sugerido que podría haber sido co-regente con Akenatón o incluso un faraón interino entre el reinado de Akenatón y el de Tutankamón. Algunos estudiosos creen que Smenkhkara podría haber sido el hermano o el yerno de Akenatón, y que su breve reinado fue parte de una transición tumultuosa hacia el final del período de Amarna. 
La falta de una tumba identificada con certeza para Smenkhkara, junto con la escasez de inscripciones y monumentos relacionados, contribuye al misterio que rodea su figura. La identificación de su tumba podría proporcionar una visión crucial sobre los eventos de este período tumultuoso y sobre los cambios políticos y religiosos que tuvieron lugar al final del reinado de Akenatón y al inicio del reinado de Tutankamón. 
El hallazgo de la tumba de Smenkhkara no solo aclararía su rol en la historia egipcia, sino que también ayudaría a completar el panorama de la Dinastía XVIII y el complejo período de Amarna. 

Amenhotep IV (Akenatón)  

Es célebre por su radical reforma religiosa, que promovió el monoteísmo centrado en el dios Atón y por la fundación de la ciudad de Akhetatón (Amarna). Su reinado marcó un período de notable cambio en Egipto, tanto en términos religiosos como sociales y culturales. 
Aunque se han realizado numerosas excavaciones en Amarna (la ciudad que él mismo construyó), la tumba de Akenatón sigue sin ser identificada con certeza. En Amarna, se han encontrado varias tumbas reales y de dignatarios, pero la tumba del propio faraón sigue siendo un misterio. 
Las teorías sugieren que Akenatón podría haber sido enterrado en una de las tumbas reales no excavadas o en un área aún no descubierta dentro de la ciudad. Algunas especulaciones indican que su tumba podría estar en la necrópolis de Amarna, cerca del Templo de Atón o en una de las tumbas principales del Valle Real, pero ninguna de estas ubicaciones ha sido confirmada. 
Además, tras la muerte de Akenatón, su ciudad y sus reformas fueron repudiadas por sus sucesores, especialmente por Tutankamón, lo que podría haber llevado a cambios en la ubicación y el contenido de su sepulcro. Los intentos de borrar su memoria y las posteriores reformas podrían haber contribuido a la dificultad de encontrar su tumba original. 
Encontrar la tumba de Akenatón es crucial para completar el entendimiento de su reinado y el impacto de su reforma religiosa en el antiguo Egipto. El descubrimiento de su tumba proporcionaría una visión valiosa sobre su vida, sus creencias y su legado, y podría ofrecer nuevos datos sobre el período turbulento de Amarna.  ver 
LA CAOTICA TUMBA KV55 

Nefertiti  

A pesar de las numerosas teorías y especulaciones, la tumba de Nefertiti aún no ha sido encontrada. Se han propuesto varias ubicaciones posibles para su entierro, incluyendo el Valle de los Reyes y el área de Amarna (la ciudad construida por su marido Akenatón).  Algunos arqueólogos, como el egiptólogo británico Nicholas Reeves, han sugerido que la tumba de Nefertiti podría estar en una cámara oculta adyacente a la tumba de Tutankamón (KV62). 
La falta de una tumba identificada para Nefertiti mantiene su legado envuelto en misterio.  
Su entierro podría ofrecer información crucial sobre el período de Amarna y sobre los cambios religiosos y políticos que se produjeron durante y después de su reinado. Encontrar su tumba no solo resolvería uno de los grandes enigmas de la egiptología, sino que también proporcionaría una visión más completa de su vida. 



 

Dinastía XX 

Ramsés VIII  

Su reinado fue relativamente breve y está menos registrado en los monumentos y textos que sobreviven. 
A pesar de la información limitada sobre su vida y gobierno, la tumba de Ramsés VIII aún no ha sido localizada. Los registros históricos y las inscripciones proporcionan pocos detalles sobre su lugar de entierro, y las excavaciones en el Valle de los Reyes y otras necrópolis no han logrado identificar con certeza su tumba. 
Se ha propuesto que su tumba podría estar en una de las no descubiertas del Valle de los Reyes o en una localización cercana en el Valle de las Reinas, dado que las tumbas de otros miembros de la Dinastía XX se encuentran en estas áreas. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha encontrado evidencia concluyente que confirme su lugar de enterramiento. 
Encontrar su tumba ayudaría a completar el panorama de esta dinastía y a proporcionar una visión más clara de su reinado y su impacto en la historia egipcia. 
 

Dinastía XXI 

Herihor  

Fue oficial del ejército, visir, sumo sacerdote de Amón y virrey de Kush, Aunque no era faraón en el sentido tradicional, asumió el poder faraónico y estableció una dinastía paralela en Tebas, su influencia y poder marcaron una etapa crucial en la política egipcia al final del Imperio Nuevo. 
A pesar de su importancia, la tumba de Herihor aún no ha sido encontrada, la ubicación exacta de su lugar de enterramiento sigue siendo un misterio y o se ha encontrado evidencia definitiva en las necrópolis principales, como el Valle de los Reyes o las áreas circundantes de Tebas. 
El hecho de que Herihor fuera un alto sacerdote y no un faraón tradicional podría complicar la identificación de su tumba, ya que sus enterramientos podrían diferir en estilo y ubicación de los de los faraones de la Dinastía XXI. La tumba de Herihor podría estar en una ubicación que aún no se ha explorado completamente o podría haber sido enterrada en una estructura menos monumental. 
La localización de la tumba de Herihor sería de gran valor para comprender mejor el período del Tercer Período Intermedio y el papel de Tebas en la política egipcia de la época.  

Dinastía Ptolemaica 

Ninguno de los que pertenecen a esta dinastía han sido encontrados y podrían estar sepultados en Alejandría 

 

OTRAS FIGURAS QUE NO FUERON REYES 

Imhotep  

Es conocido principalmente como el arquitecto y médico del faraón Djoser. Su genialidad en arquitectura, especialmente en el diseño de la primera pirámide de Egipto, la Pirámide Escalonada en Saqqara, y su reputación como médico y sabio le han asegurado un lugar destacado en la historia egipcia. 
La tumba de Imhotep sigue siendo objeto de búsqueda debido a su importancia histórica y la falta de información concreta sobre su lugar de entierro. Aunque hay muchas teorías sobre la posible ubicación de su tumba, no se ha encontrado evidencia definitiva que confirme su localización. 
El hallazgo de su tumba ayudaría a iluminar el papel de los no faraónicos en la sociedad egipcia y su contribución al desarrollo de la arquitectura y la medicina en el antiguo Egipto. 

Tiye 

Su matrimonio con Amenhotep III y su maternidad de Akenatón la sitúan en el corazón del período de la Dinastía XVIII. 
Aunque la momia de Tiye ha sido identificada, su tumba específica sigue sin ser conocida. La momia fue descubierta en la necrópolis de Tutmosis IV en el Valle de los Reyes, pero el lugar exacto de su enterramiento no ha sido identificado con certeza ya fue hallada en una tumba que había sido reutilizada y reubicada, lo que ha complicado la localización de su tumba original. 
Se han propuesto varias teorías sobre la posible ubicación de la tumba de Tiye incluyendo la región del Valle de los Reyes o la cercana necrópolis de Deir el-Bahari, donde se encuentran otros sepulcros reales y de alto rango. La falta de inscripciones directas y evidencia conclusiva hace que la búsqueda de su tumba continúe siendo un misterio. 
Encontrar la tumba de Tiye sería significativo no solo para la egiptología, sino también para entender mejor la dinastía que preparó el terreno para el reinado de Akenatón y los cambios subsecuentes y proporcionaría una visión más completa de la vida y el impacto de esta influyente reina y madre real. 

Yuya y Tuya 

Padres de la reina Tiye, son figuras  debido a su influencia en la corte durante el reinado de Amenhotep III. Su elevado estatus y la prominencia de su hija los han situado en un lugar notable en el contexto histórico de la Dinastía XVIII. 
Las momias de Yuya y Tuya fueron encontradas en la tumba KV46 en el Valle de los Reyes en 1905, un hallazgo significativo que proporcionó valiosa información sobre su vida y estatus. La tumba es conocida por su riqueza y los artefactos encontrados, que indican la alta posición social de estos personajes. 
Sin embargo, a pesar del descubrimiento, existen especulaciones y debates sobre la posibilidad de que Yuya y Tuya puedan tener otras tumbas aún no descubiertas. Algunos investigadores sugieren que, debido a la importancia de su familia y su posición en la corte, podrían haber sido enterrados en una tumba más monumental o en una ubicación diferente, posiblemente en un sitio cercano en el Valle de los Reyes o en otra necrópolis importante. 



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