LA GUERRA DE LOS HIPOPOTAMOS

 

Durante el segundo periodo intermedio, Egipto estaba dividida, Avaris y Tebas estaban en disputa, inmersos en un conflicto diplomático que duro algo más de un siglo, pero ya llegaba el momento de actuar y terminar con esta situación, ya todo estaba listo para la guerra. Un conflicto que iba a durar casi 30 años y que no terminaría hasta el principio de la nueva dinastía XVIII. 

El primer enfrentamiento bélico conocido tuvo lugar durante el reinado de Senqenenra Taa, penúltimo rey de la dinastía XVII,y con un mandato que duro tan solo cinco años. Hijo del rey Tebano Senajtenra y de Tetisheri. Nació en esta época compleja y ya desde pequeño se le despertó el espíritu nacionalista Tebano y desde joven ya empezó a tener rechazo por el vasallaje que tenían los gobernantes de Tebas por los Hicsos. Se caso con sus tres hermanas Sithut, Ahmose-Inhaoi y Ahhotep con la que iba a tener tres hijos, Ahmose-nefertari, y dos varones, Kamose que seguiría los pasos de su padre en el camino a la liberación de Egipto y Ahmose que por fin conseguiría reunificar el estado. 

El segundo en disputa y desde Avaris, era Apepi (Apofis I) quinto faraón Hikso de XV dinastía que gobernó durante 51 años. Fue educado bajo costumbres egipcias y su reinado fue mayormente pacífico y tranquilo hasta que los conflictos entre Tebas y Avaris se fueron complicando. 

Papiro Sallier I, expuesto en el museo Británico.


Esto sucedió mientras el país de Egipto estaba en la desgracia, pues no había señor dotado de vida, salud y prosperidad, no había rey en este tiempo. En cuanto al rey Sequenenra, vida salud y prosperidad, era el príncipe de la ciudad del Sur. La miseria reinaba en la ciudad de los asiáticos mientras que el príncipe Apofis estaba en Avaris. El país entero le hacía ofrenda de sus productos; el Norte estaba repleto de todas las cosas buenas que venían del Delta. El rey Apofis vida, salud prosperidad, había hecho de Set su señor, no servía a ninguno de los dioses del país, salvo a Set; construyó para este dios un templo en trabajo de bella calidad eterna al lado del palacio real, y cada día se alzaba en gloria para hacer ofrendas a Set; los grandes llevaban allí guirnaldas de flores, como es de uso en el empleo de Ra-Horatjy. 

El rey Apofis decidió enviar un mensaje para provocar al rey Seqenenra, príncipe de la ciudad del Sur. Después que hubieron pasado muchos días, el rey Apofis hizo llamar a los altos funcionarios de su palacio diciéndoles que quería enviar un mensaje al príncipe de la ciudad del Sur con una comunicación referida al río, pero que no sabía como redactarla. Entonces los escribas y los sabios le dijeron: Oh soberano nuestro ordena que se vacíe el estanque de los hipopótamos que está al Este de la ciudad del Sur, pues no permite que el sueño nos venga ni por el día ni por la noche, pues el ruido de ellos hace llenan los oídos de las gentes de nuestra ciudad...El príncipe de la ciudad del sur tiene a Amon como protector, él no se ampara en ninguno de los dioses que están en todo el país, excepto en Amon-Re, el rey de los dioses 

Después que pasaran muchos más días, el rey Apofis vida, salud, prosperidad envió un mensaje al príncipe de la ciudad del Sur con las palabras que le habían dicho sus sabios. El mensajero del rey Apofis... llegó hasta el príncipe y se le introdujo ante su presencia. Entonces dijo al mensajero del rey Apofis ¿Por qué has venido hasta la ciudad del Sur, por que has viajado hasta mí? Porque el rey Apofis me ha enviado cerca de ti para decirte esto: Haz vaciar el estanque de los hipopótamos que están al este de la ciudad, pues perturba mi sueño durante el día y la noche, el ruido aturde mis oídos. 

¿Es realmente cierto que tu señor ha oído hablar del estanque de los hipopótamos que esta al este de la ciudad del Sur? Reflexiona sobre la cuestión que he venido a plantearte y por la cual he sido enviado a ti...Entonces el mensajero del rey Apofis se puso en camino de vuelta hacia la residencia de su señor. 

El texto por desgracia termina así de forma repentina e inconclusa. Esta historia mitad leyenda mitad realidad fue suficiente para que se convirtiera en un acto de provocación cargado de simbolismos.  

La distancia entre las ciudades mencionadas es de al menos 800 kilómetros, no hace falta decir que es imposible que se escuchen desde esta distancia los bramidos de los hipopótamos por tanto ya la situación está cargada de burla y provocación. Por otor lado las alusiones al dios Set no son casuales ni utilizadas fuera de contexto, sino como un acto de provocación e incluso de blasfemia ya que el hipopótamo en esa época en Tebas se veneraba al considerársele la representación al dios Set.  

Sea cierta o no la historia lo que es cierto es que hubo declaración de guerra entre el norte y el sur que duro casi 30 años. 

Poco documentado está el inicio del conflicto. Tras esta provocación Seqenenra mando, el estando al frente, el ejercito hacia al Norte, actuando en intervenciones breves y poco multitudinarias, podría considerarse más un conflicto de guerrillas que no una gran organización de un gran ejército. 

En unos de estos asaltos Senqenenra Taa, en su quinto año de reinado y aproximadamente con 40 años de edad, fue brutalmente ejecutado. La ubicación exacta de su muerte se desconoce, así como tampoco se conoce una evidencia histórica de la batalla concreta en que falleció 

El faraón tenía un corte de 7 centímetros de largo en la frente, que habría sido provocado por un hacha o un golpe de espada desde arriba. Esta herida por sí sola podría haber sido fatal. Otro corte potencialmente mortal por encima del ojo derecho del faraón tenía 3,2 cm de longitud y posiblemente fue realizado con un hacha. Otros cortes en la nariz, el ojo derecho y la mejilla derecha procedían de arriba y podrían haber sido realizados con el mango de un hacha o un bastón romo. Por las últimas investigaciones se sabe que la ejecución fue llevada a cabo por múltiples atacantes a la vez y utilizando cinco armas diferente y se supone que fue más una ejecución ceremonial tras haber sido apresado. 

Marcas visibles en el cráneo de Seqenenra Taa que causaron su muerte. Las flechas indican todas las heridas y posibles traumatismos.

Su cuerpo fue trasladado a Tebas, recibió honores de héroe y su cuerpo fue escrupulosamente embalsamado ya que utilizaron un sofisticado método para ocultar las heridas de la cabeza del rey bajo una capa de material que funcionaba de forma similar a los rellenos utilizados en la cirugía plástica moderna. Esto implicaría que el rito tuvo lugar en un taller de momificación y no de forma improvisada. 

Su sucesor fue su hijo mayor, Kamose que estaba dispuesto a seguir con la lucha que había comenzado su padre. Todo estaba dispuesto para la guerra, los reyes Tebanos ya se habían hecho con el control absoluto de su región y en poco tiempo ya habían recuperado Buhen quitándoselo de nuevo al rey de Kush, mientras este seguía retrocediendo hacia el sur perdiendo territorialidad y dominio. La recuperación de Buhen hizo que las minas de oro volvieran a estar a la merced de Tebas y eso hizo que la flota de combate Tebana estuviera lista para el ataque. 

Como testimonio de lo que ocurrió tenemos lo que se llaman las dos estelas de kamose. Dos grabados en piedra, encontrados en los años de 1932 y 1935 respectivamente, que nos describe las hazañas bélicas de kamose por la liberación de Egipto. Su campaña estuvo lejos de ser la definitiva incluso tal vez solo fue una incursión ya que la toma de Avaris no sucedió hasta casi 20 años después. 

Ambas estelas se colocaron en el Templo de Amón en Karnak, lugar donde fueron halladas. La Segunda debió permanecer en ese lugar hasta finales de la Dinastía XVIII, pues muestra restos en el nombre de Amón de haber sido borrado y restaurado después, lo que supone que los seguidores de Atón la mutilaron y se supone que Tutanamon u Horemheb la restauraron cuando de nuevo, se impusieron las antiguas creencias politeístas. Parece que la Primera Estela se encontraba en el interior de un santuario, mientras que la Segunda y su pareja se hallaban a ambos lados de un pilono en el camino procesional. Allí las mandó erigir Kamose, hecho con el cual el rey vinculó definitivamente al dios Amón el destino de la Dinastía tebana. 

 

El texto comienza con una frase cortada que es parte de una alocución de Kamose maldiciendo a Apopi y a los habitantes de Avaris, por lo que, evidentemente, el texto de la Segunda Estela de Kamose es una siguiente de la narración de las primeras etapas de la guerra. Describe su avance por el río conquistando varios lugares hasta llegar a Avaris y describe la actitud de las mujeres que lo observan: 

“Observé a sus mujeres en la parte superior de sus palacios mirando por sus ventanas la orilla, sin mover sus cuerpos cuando me vieron. Asomaban sus narices sobre sus muros como las crías de los lagartos en el interior de sus agujeros diciendo: Es un asalto... 

Continúa después con la relación del botín capturado en las tierras circundantes: oro, lapislázuli, bronce, incienso, miel, diferentes maderas y esclavos. 

 Hay que tener en cuenta que la narración no sigue un orden cronológico y Kamose vuelve atrás para contar un hecho decisivo sucedido antes del inicio de la campaña: 

“Capturé un mensajero más allá del oasis viajando al Sur hacia Kush con un documento que le encontré que decía por escrito: 

De la mano del gobernante de Avaris, Auserre, el hijo de Ra Apopis, dice: “Saludos a mi hijo el gobernante de Kush. ¿Por qué te has levantado como gobernante sin hacer que yo lo supiera? ¿Es que no ha visto lo que Egipto ha hecho contra mí? El gobernante que está allí, Kamose, me está atacando en mi territorio y yo no le he atacado en la forma en que él lo ha hecho contra ti. Ha escogido para dañarlas las Dos tierras, mi tierra y la tuya y las ha devastado. Ven hacia el Norte, sin temas. No voy a permitirle el paso hasta que haya llegado. Entonces nos repartiremos las ciudades de este Egipto y nuestras Dos tierras se alegrarán... 

El mensajero de Apopi, que llevó una propuesta de alianza al rey de Kush para destruir a Kamose, es capturado más allá del oasis. El más importante de tales caminos es el conocido actualmente con el nombre de Darb el-Arbain, que comienza en Assiut, pasa por el oasis de Harga y termina en Darfur, en Sudán. Probablemente fue esta la vía utilizada por el mensajero de Apopi. 

De las palabras del rey hicso al de Kushyo no le he atacado en la forma en que él lo ha hecho contra ti”, se deduce que Kamose ya había realizado la campaña en el Sur que se citó antes con la toma de Buhen, en Nubia, antes de comenzar la del Norte contra los hicsos. 

La entrada en el territorio de Avaris no debe ser más que un alarde, ya que Kamose jamás conquistó la capital hicsa, ni acercarse a ella pudo teniendo en cuenta que por su temprana muerte estuvo falto de tiempo. Su momia fue hallada en 1857 en un sarcófago rishi en Dra abu el-Naga. Al abrirlo, el cuerpo prácticamente se descompuso, lo que no ha permitido conjeturar sobre las causas de su fallecimiento. 

La Primera y la Segunda estela de Kamose no forman una pareja monumental. La Segunda no tiene fecha ni titulación y comienza en medio de un discurso de Kamose, lo que hace suponer que es a continuación de otra lápida, hoy perdida. Seguramente, la Primera se hizo en vida del rey y la Segunda tras su muerte.  

El hombre que recibió de Kamose el encargo de erigir sus estelas se llamaba Neshi: 

“Noble, gobernador, el que está sobre los secretos del Palacio, Jefe de la Tierra entera, portador del Sello del Bajo Egipto, Conductor de las Dos Tierras, Supervisor de los Amigos, Supervisor del Tesoro, el de Fuerte brazo, Neshi. 

Nunca un personaje ha tenido tanta relevancia en una estela real. No sólo aparece su imagen al final de la inscripción, sino también una extensa relación de sus títulos y cargos. Neshi produjo muy diversos recursos estilísticos que determinaron a la Segunda Estela de Kamose en una alegría de la creación literaria egipcia, porque no es una estela al uso, es una auténtica composición literaria. 

Parte de su originalidad estriba en que está narrada en primera persona, algo que los faraones sucesores de Kamose, excepto Thutmose III, no volverán a hacer a la hora de relatar sus hazañas. Lo más interesante de este texto es la utilización tanto del lenguaje coloquial como del culto, correspondiendo ambos a la lengua hablada y escrita en el momento de su redacción, es decir, durante los comienzos de la Dinastía XVII en Tebas. 

Neshi, además de tesorero, sin duda fue soldado, como indican epítetos y títulos tales como Conductor de las Dos Tierras o De fuerte brazo, y deberá acompañar a su rey en la campaña contra los hicsos, al igual que otros contemporáneos. 

Es difícil juzgar el daño infringido a los Hicsos por el ejército de kamose. Los tebanos no continuaron de inmediato con la campaña y al menos trascurrieron once años hasta que otro ejército, esta vez dirigido por Ahmose, comenzaba, y esta vez de verdad, el camino hacia el Norte. La razón del paso de tanto tiempo si mostrar fuerza ante los Hicsos fue debido al que el sucesor al trono y supuestamente hermano menor de Kamose, Ahmose tan solo era un niño al tomar el mandato y su madre, Ahhotep, gobernó de forma regente y por su buena obra le dedicaron unos epitetos cargados de elogio: 

Una que se ha preocupado por Egipto, se ha preocupado de sus soldados […] ha traído a los fugitivos y recogido a los desertores, ha pacificado el alto Egipto y expulsado a los rebeldes” 

Hacemos referencia al hablar de la liberación de Egipto de los Hicsos a Seqenenra Taa a Kamose y a Ahmose (Amosis I) el cual aun no hemos profundizado en el y fue el definitivo liberador. Pero Ahhotep fue la pieza clave desde el principio de las reyertas, motivadora a estos actos, y que influyo desde la sombra desde el reinado de Seqenra Taa hasta el de ahmose. Sin duda ella fue la artífice y protagonista de la lucha contra los Hicsos en la sombra, pero llevando las decisiones y el peso de los actos rebeldes sin que los libros de historia reconozcan su importancia en este movido periodo. 

 





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