INVASORES Y GOBERNANTES, EL LEGADO DE LOS HICSOS EN EL ANTIGUO EGIPTO

 

El gran problema del segundo periodo intermedio es debido al reclamo y poder de los hicsos sobre el bajo Egipto desde su capital, Avaris.   

Aamu era el término que utilizaban desde siempre los mismos egipcios para referirse a los habitantes de Avaris y que siguió usándose al mismo tiempo que denominaban Hicsos de forma más genérica a cualquier habitante fuera de Avaris, a todo aquel que fuera de origen extranjero sobre todo de origen asiático, entiéndase con este término como de los lugares del levante mediterráneo. 

Las excavaciones encontradas en el recinto de Tell al Daba, localización de lo que era Avaris da testimonio de que ya existía desde tiempos anteriores una comunidad de origen asiático completamente asentada y bien integrada. Aunque sea un término Helenizado los Egipcios les llamaban heqa-jasut con su respectivo jeroglífico queda claro  como se referían y de su procedencia. La particula heqa es el término que usaban para referirse a un jefe o soberano y jasut su traducción en este caso literalmente a país extranjero ya que va acompañado de las tres barras que nos indica que es un determinativo plural, es decir que su traducción literal es "soberanos de países extranjeros” traducción que nos lleva a pensar que el concepto de Hicso para los egipcios era muy amplio y genérico, y no concretaban de que lugar provenían exactamente, es decir cualquier extranjero que viniera del este era para los egipcios un Hicso. 




En aquellos años Egipto era un lugar próspero y las etnias de diferentes lugares que huían de sus tierras de origen convivían con los nativos egipcios. 

La cultura de los habitantes de Avaris no era estática y las nuevas generaciones no tardaron en desarrollar características nuevas y en deshacerse de las antiguas y tradicionales. Estos rasgos se dejan ver en los hallazgos de cerámica, objetos de metal y sobre todo en costumbres funerarias distintas a las tradicionales. Mientras tanto las posiciones sociales y el estatus de los colonos iban creciendo y su posicionamiento era más relevante hasta el punto de casarse con mujeres locales de alta posición social. Avaris empieza a tener relevancia con una nueva generación de hicsos que van posicionándose en puestos de poder e influencia y la decretan como la nueva capital del bajo Egipto. 

Unos escritos sobre piedra caliza testimonian “al buen Dios señor de las dos tierras, hijo de Ra de su cuerpo Nehesy...Amado de Seth, señor de Avaris, hijo primogenito del rey...”  

El nombre de Nehesy aparece en el listado del canon de Turin y el cual también Maneton menciona. Nehesy fue un alto funcionario que no se sabe con certeza los años de reinado pero que claramente el texto demuestra que fue el primer rey de Avaris de origen hicso. Pero no solo hay referencia escrita a este soberano, sus herederos Nebsenra, Sekheperenra y Merdjedefra dan constancia de que el nuevo linaje hicso con asentamiento en Avaris había fragmentado el país de Egipto. A partir de ahora los nombres reales se dividían y correspondían con las dinastías de la XIV a la XVII, la XIV y la XV tenían su base en el delta oriental del bajo Egipto con su capital en Avaris mientras que la XVI y XVII su centralización estaba asentada en Tebas. 

El cenit del periodo Hicso fue durante el reinado de Aauserra (Apofis I) de la XV dinastía, que a pesar de que los dos reyes tebanos lanzaron campañas con él se aprecian signos de un renacimiento de tradiciones egipcias. Por escritos sabemos que la procedencia de la riqueza de Avaris es de origen Palestino, del levante mediterráneo y sobre todo de Chipre. Como deja constancia la estela de kamose, el ultimo soberanos de la dinastía XVII, los bienes importados por los Hicsos son variados y numerosos: oro, lapislázuli, turquesas, bronce, aceites diversos, barcos, carros y el imprescindible caballo, animal que no se conocía aun en Egipto y que cambio el concepto de estas tierras en el aspecto de la comunicación. 

Estaba claro que el verdadero poder de los hicsos se basó en su control sobre las principales rutas internacionales: las navales que conectaban Levante con Chipre y Creta, el Camino de Horus, el corredor sirio-palestino, la Ruta del Incienso, la ruta de los oasis hacia Nubia y el propio Nilo. Podríamos creer que el tráfico era unidireccional, a favor de Egipto. Pero, naturalmente, sus relaciones comerciales eran recíprocas, y financiaban sus cuantiosas importaciones con oro, extraído tanto en el Desierto Oriental como en Nubia, de la cual Egipto era intermediario inevitable. Además de recursos humanos, Nubia proporcionaba marfil, ébano, malaquita, plumas y huevos de avestruz. Controlando el Nilo y la ruta de los oasis hasta Sai, a medio camino entre la Segunda y la Tercera Cataratas, los hicsos poseían el total monopolio del oro nubio.  

CONCLUSION 

El flujo de recursos, tanto desde Nubia como desde regiones circundantes, alimentó la prosperidad de Avaris y consolidó el poder de los hicsos sobre el Bajo Egipto. Sin embargo, su dominio no fue duradero, y el resurgimiento del nacionalismo egipcio, encabezado por líderes como Kamose de la XVII Dinastía, finalmente condujo a la expulsión de los hicsos y al restablecimiento de la unidad bajo el dominio egipcio nativo. Aunque el período Hicso dejó una marca significativa en la historia de Egipto, su breve reinado llegó a su fin, dejando tras de sí un legado de cambio cultural y dinamismo económico. 


Bibliografia y lugares de consulta 

"Historia del Antiguo Egipto" por Ian Shaw 2007 

 

Google Scholar: https://scholar.google.com/ 

The Ancient History Encyclopedia: https://www.worldhistory.org/ 

    

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