CONOCIENDO A NARMER, EL FARAÓN QUE FORJÓ EGIPTO.

 

Narmer era más que un simple rey; era la personificación del poder y la grandeza de una civilización emergente. Aunque su identidad exacta sigue siendo un enigma, las crónicas históricas y los artefactos arqueológicos, como la enigmática paleta de Narmer, cuentan la historia de un hombre cuyas acciones resonaron a lo largo de los siglos. 

Narmer, a menudo asociado con el mítico rey Menes, se erige como el pilar sobre el cual se levantó el  imperio egipcio. Su supuesta unificación del Alto y Bajo Egipto marcó el comienzo de una nueva era de prosperidad y esplendor. A través de los siglos, su legado se convirtió en un faro de inspiración, una prueba tangible del poder del liderazgo y la visión. 

Posible estatua del rostro de Narmer

En las mentes de los antiguos egipcios, Narmer era más que un rey; era un símbolo viviente de la grandeza humana. Su conocimiento perdura en las páginas de la historia, recordándonos que incluso en los albores de la civilización, el poder de un solo individuo podía forjar destinos y cambiar el curso de las naciones. 

Narmer o Nemes  fue un destacado rey del Antiguo Egipto durante el periodo arcaico. Los estudiosos lo consideran probablemente sucesor de los reyes protodinásticos Horus Escorpión II y/o Horus Ka, y posiblemente el unificador de Egipto y fundador de la dinastía I. 

Su identidad ha sido objeto de debate entre los egiptólogos, pero la opinión predominante lo identifica con el faraón Menes de la dinastía I, a quien se le atribuye la unificación de Egipto. Esta conclusión se basa en evidencias como la paleta de Narmer, que lo muestra como unificador, y dos sellos de la necrópolis de Abidos que lo designan como el primer rey de la dinastía I. 

El nombre de narmer proviene de la composicion Nar-mer que su traducción podría ser “el hombre del sirulouno de los peces de rio mas grandes y con una carne esquisita, su nombre fue representado en un sello. Narmer fue denominado  con varios nombres según las etapas de su vida, Horus Nar, Horus Narmer, Meri Nar y Horus Nar Meru; su nombre siempre acompañado por la veneracion al dios Horus y por la palabra Nar haciendo referencia al pez, como se muestra en la imagen.


Aunque hay controversia sobre su reinado, se acepta que Narmer tuvo un impacto significativo en la cultura egipcia y sentó las bases para el desarrollo del gran imperio egipcio en los años posteriores. Se estima que su reinado ocurrió alrededor del 3100 a.C. o 3075 a.C. 

El nombre de Narmer destaca como el fundador de la dinastía I del antiguo Egipto, según lo revelan sellos de barro hallados en tumbas reales como las de Den en Umm el-Qaab en Abydos (B17 y B18). Estos sellos colocan a Narmer como el primer rey de la dinastía I, seguido por Aha. Su reinado marcó el surgimiento del cargo de Chaty, encargado de la administración y gobierno, liberando al faraón de estas responsabilidades. 

Se creía que la esposa de Narmer era Neithotep, una princesa del Bajo Egipto, pero hallazgos recientes en el Sinaí han cuestionado esta teoría. Narmer era oriundo del Alto Egipto y su matrimonio con Neithotep selló una alianza entre el Alto y el Bajo Egipto. Fue el primer gran faraón, unificador de los territorios egipcios, como lo reflejan los relieves de su Paleta. Fundó Menfis, una demostración de poder sobre el Bajo Egipto, y realizó expediciones al Reino de Kush. Su reinado sentó las bases para el esplendoroso imperio egipcio que florecería en los siglos venideros. 

El nombre de Narmer aparece en fragmentos de cerámica tanto en el Delta del Nilo como en Canaán, evidenciando el comercio activo entre estas regiones. La expansión agrícola del Delta del Nilo mediante la construcción de diques mandados construir por él permitió convertir tierras desérticas en fértiles, llenándolas de limo, proveniente del Alto Egipto y rico en minerales. La creacion de convergencia de diversas rutas comerciales a lo largo del Nilo contribuyó al crecimiento de lo que era un vasto imperio. 

Antes, algunos académicos consideraban a Narmer como el último rey del Periodo Protodinástico, distinto al faraón Menes, mientras que otros lo asociaban con el rey Aha. Sin embargo, el descubrimiento de marcas de sellos en las tumbas de los faraones Den y Qaa en Abidos, llevado a cabo por Dreyer, permitió establecer con certeza la sucesión dinástica: Narmer, Aha, Dyer, Dyet, Merytneit, Den, Adyib, Semerjet, Qaa. 

Menes, fue conocido como Meni en la Lista Real de Abidos y el Canon de Turín, Mina por Heródoto y Menes de Tis por Manetón. También recibió el nombre de Menes por Eratóstenes y Menan o Mena por Diodoro Sículo. La duración de su reinado varía según las fuentes, oscilando entre 30 y 62 años. 

 

LA PALETA DE NARMER 

La paleta de Narmer, hallada por James Quibell en 1898 en Hieracómpolis, muestra a Narmer portando las insignias del Alto y Bajo Egipto, lo que sugiere su papel como unificador de ambos reinos. Su verdadero significado ha sido motivo de debate, con algunas interpretaciones que sugieren que representa un evento histórico y otras que la ven como una pieza puramente simbólica. Sin embargo, el descubrimiento de una inscripción por Günter Dreyer en 1993 en Abidos que describe el mismo evento representado en la paleta de Narmer, respalda la idea de que esta obra refleja un evento histórico real. 

Otra posibilidad es que Narmer fuera el sucesor inmediato del rey que logró unificar Egipto, posiblemente Horus Escorpión II, aunque adoptó los símbolos de unificación que ya habían sido utilizados en generaciones anteriores. 

La paleta es un artefacto confeccionado en pizarra, que mide aproximadamente 64 cm de altura y 45 cm de ancho. Originalmente, se utilizaba como soporte para pigmentos, cremas, aceites, y otros productos aplicados en el cuerpo. Sin embargo, es frecuente encontrarlas también en ajuares funerarios o como ofrendas en los templos. 

En ambas caras de la paleta, en la parte superior, se encuentran grabadas dos cabezas de vaca, símbolo asociado a la diosa Bat. Entre estas cabezas se sitúa el serej, un precursor de los cartuchos, que lleva el nombre de Narmer. 

ANVERSO 



1-Muestra al rey Narmer con su corona compuesta por la roja y blanca, símbolo de unificación del alto y bajo Egipto y que se utilizó como imagen representativa que acompañó a los reyes venideros durante siglos 

2- Los cuatro estandartes del primer faraón Narmer que llevan la insignia del dios halcón Horus. 

3- Los enemigos de Narmer decapitados y castrados. Se pueden observar sus cabezas y genitales colocados entre sus pies en señal de suprema vergüenza, lo que lleva a pensar que la unificación fue más un acto bélico y no tan diplomático como baraja alguna posibilidad 

4- Dos criaturas mitológicas mitad jaguar mitad serpiente) que representan el desorden y el caos en las fronteras de un país. Por lo tanto, el hecho de que estos animales sean mantenidos atados por los sirvientes de Narmer muestra que el primer faraón de Egipto tenía control total sobre las fronteras de su reino. 

5- El rey Narmer, mostrándose simbólicamente como un toro, destruye las murallas de una fortificación enemiga. Narmer aplasta a uno de sus enemigos con la embestida del bovino. 

REVERSO 



1- La diosa vaca Bat, venerada sobre todo en el nomo VII del alto Egipto durante la época Tinita aparece dos veces encima de la tableta. Esta diosa, que gradualmente se convirtió en la diosa Hathorlegitima el poder de Narmer como faraón de Egipto y que está acompañado por los dioses. 

2- Narmer, llevando su corona blanca, levanta el brazo para golpear a uno de sus enemigos con su cetro. Acto que puede indicar que la unificación de Egipto aun está en proceso 

3- El dios halcón Horus ahoga a uno de los enemigos de Narmer en un pantano, rodeado de tallos de papiro, hundiéndole la cabeza en el agua con un palo. Hecho simbólico que hace entrever que los dioses estan a favor del rey 

4- Un portador de sandalias del rey. 

5- El enemigo que ataca Narmer puede verse como la personificación del Bajo Egipto dominado por este. 

6- Los enemigos muertos pueden verse como representaciones de ciudades fortificadas que cayeron ante Narmer y que ahora ya está bajo sus dominios 


Posible recreación de Narmer según la figura hecha de granito que Flinders Petrie aseguró que partencia al Rey.


CONCLUSION 

Narmer emerge como una figura monumental en la historia antigua de Egipto. A través de la iconografía y la evidencia arqueológica dispersa por todo el país, se vislumbra su papel crucial en la unificación del Alto y Bajo Egipto, sentando así las bases para el surgimiento del gran imperio egipcio. Aunque su identidad exacta y su relación con otros gobernantes como Menes y Aha aún son objeto de debate entre los egiptólogos, su legado perdura en la antigua grandeza egipcia. La historia de Narmer ilustra no solo la habilidad política y militar de un líder, sino también la importancia del comercio, la agricultura y la infraestructura en la conformación de un estado poderoso y duradero. Su reinado marca el inicio de una nueva era para Egipto, una era de esplendor cultural, expansión territorial y desarrollo tecnológico que influiría profundamente en la historia del mundo antiguo. En resumen, Narmer representa el inicio de un capítulo fundamental en la historia de Egipto, unificador de tierras y precursor de un legado que perduraría por milenios. 


BIBLIOGRAFIA 

HISTORIA Heródoto ISBN 10: 8437617111 / ISBN 13: 9788437617114 

Historia de Egipto Maneton © Public Domain © Colección Enigmático.net ISBN: 978-1-4452-5730-3  

HISTORIA DEL ANTIGUO EGIPTO IAN SHAW LA ESFERA DE LOS LIBROS – 9788497343343 

Ilustraciones de la paleta https://egyptian-history.com 

Recreacion de la posible apariencia de Narmer ceado por IA https://www.artbreeder.com/ 

 

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