EL CONCEPTO TIEMPO (I)

 

EL CONCEPTO TIEMPO PARA LOS EGIPCIOS. 

Si ya es difícil entender el concepto tiempo en la época actual, para los egipcios de la antigüedad la dificultad es aún mayor. 

Cuando hablamos de días o años creemos tener bastante bien asimilado el concepto de cada uno de estos términos y lo que significan. Para nosotros un año es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del sol, la duración del movimiento de traslación de la Tierra y un día es la duración del movimiento de rotación. Esto, que aparentemente parece suficiente, pero en realidad no lo es. 

El primer problema surge cuando queremos definir la duración del año. La Tierra describe una órbita elíptica alrededor del sol y aquí comienzan los problemas, si la órbita fuese circular no habría ningún problema, pues la velocidad sería constante, pero en el caso de una elipse no es así. 

En la órbita descrita se definen 2 puntos, el apogeo, cuando la tierra está a mayor distancia del sol y perigeo a la menor distancia de este. 

Por la segunda ley de Kepler, la velocidad en el apogeo es mínima, mientras que es máxima en el perigeo. La segunda ley de Kepler establece que "las áreas barridas por los radios vectores de un planeta en tiempos iguales son iguales" por tanto esto quiere decir que la velocidad en el perigeo es mayor que en el apogeo, por tanto, si consideramos el sol verdadero obtenemos un movimiento, no uniforme, que nos impide emplearlo en mediciones de tiempo. El sol ficticio, que se define como un sol que se mueve en el plano de la eclíptica con velocidad constante y que coincide con el sol verdadero en el perigeo y el apogeo, irá delante del verdadero entre el apogeo y el perigeo y detrás de él una vez pasado el perigeo. 

Este sol tampoco es válido para nuestro calendario porque la declinación varía a lo largo del año y se define entonces un tercer sol denominado sol medio, que es una proyección del sol ficticio sobre el Ecuador y se mueve sobre el plano de este con movimiento constante coincidiendo con el ficticio en Aries y Omega, puntos que definen los equinoccios y también nos representa la opción de dos tipos de años. 

Año sidéreo, el intervalo de tiempo que emplea el Sol en coincidir dos veces con una misma estrella, es decir en recorrer 360º. 

Año trópico, es el intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos consecutivos del sol por el equinoccio de primavera que está definido por el punto Aries que tiene un movimiento retrógrado de 50"2 y hace que el año trópico sea inferior al sidéreo y el tiempo empleado por el Sol en pasar dos veces por el perigeo, este año es algo mayor que el sidéreo y por el que nos regimos en nuestro calendario actual. 

La diferencia entre uno y otra no es mucha apenas son unas horas, pero llevado a un tiempo que no se tenían estas cuestiones y tras tanto tiempo trascurrido el margen se podría ir creciendo hasta llegar años cercanos a un siglo. 

CONCEPTO TIEMPO PARA LOS EGIPCIOS

Los antiguos egipcios fechaban los acontecimientos políticos y religiosos más destacados no según el año transcurrido a partir de un momento fijo como hacemos nosotros basándonos en el referente del nacimiento de Cristo, sino de los años pasados desde el ascenso al trono del rey, por ejemplo: Dia 5 del segundo mes de la estación de Peret del tercer año del reinado del faraón (…) Es importante tener en cuenta que con este método, el reinado de cada rey representaba un nuevo comienzo viendo el paso de tiempo como algo cíclico y no lineal o lo que es lo mismo, vivían el tiempo más de forma práctica y no tan filosófica. 

Esto significa que usaban cada nuevo reinado como un nuevo punto de referencia y al mismo tiempo eso motivaba que cada reinado recreaba los mismos patrones dentro de la época que le tocaba vivir. 



Para entender una serie de conceptos, o mejor dicho para entender cualquier concepto de esta civilización, hay que comprender que en Egipto su forma de vivir se enmarcaba siempre en el ámbito religioso, todo se integraba en la misma red de interrelaciones de una unidad cósmica y divina. Todo animal, todo ser vivo, todo objeto, todo edificio, todo lo que les rodeaba e incluso el tiempo y el movimiento cósmico, para los egipcios era divino. 

Cada parte del tiempo se le consideraba sagrada y lo veían desde dos perspectivas propias de su mentalidad. 

Concepto estático, estaba relacionado con la tierra, las estrellas y su orden imperecedero y la naturaleza. 

El concepto móvil,  estaba relacionado con el orden cósmico, cíclico y en continua renovación, como es el día y la noche. Concepto que para ellos representaba un viaje del dios Ra con su barca solar que empieza con el amanecer hasta el ocaso, dat

durante doces horas y que termina en el mismo, tras haber cruzado durante doce horas más en el inframundo del periplo subterráneo, duat que tras haber pasado el juicio de Osiris tenía que enfrentarse a las criaturas del caos, para luego volver a empezar su travesía al amanecer tras haber pasado por diferentes formas. 

Durante el medio día tomaba la forma Horajty-Ra representado con piel de color rojo con cabeza de halcón y coronado con el disco solar. 



Al anochecer tomaba la forma de Atum-Ra representado con forma humana portando en ocasiones la doble corona. 



Durante la media noche tomaba la forma de Auf-Ra representado con cabeza de carnero. 



Al amanecer tomaba la forma de Jepri-Ra representado como un escarabajo que empujaba el disco solar, renacido y de nuevo había recuperado sus cuatro facultades, Hu el gusto y la palabra, Sedyem el oído, Maa la visión y Sia, el tacto y sus catorce Kas; era el momento en que supuestamente terminaba el viaje, pero no hacía más que volver a empezar, sin descanso y de forma cíclica. 



Hecho que nos lleva a darnos cuenta, con la explicación figurada, de porque los egipcios veían el trascurso del tiempo como un acto cíclico y no lineal, hecho también extrapolable al ciclo de la vida y la muerte que los egipcios se asociaban con el dios solar en el momento de su viaje perpetuo a bordo de las barcas sagradas, como hacia Ra en su periplo diario, para que sus almas vivieran eternamente.  

El trascurso de este episodio mitológico estaba dividido en 24 horas, 12 diurnas y 12 nocturnas, cada hora supervisada por una deidad protectora, lo cual nos lleva a saber que ya los antiguos egipcios dividían el día en 24 horas, pero... ¿Cómo median el trascurso del tiempo? 


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