EL CONCEPTO DE TIEMPO PARA LOS EGIPCIOS (III)

 


EL CALENDARIO EGIPCIO. 

El calendario civil u oficial egipcio es el primer calendario solar del que se tiene noticia. Los pueblos de la antigüedad medían los años mediante calendarios lunares. Los babilonios, altamente preocupados por la Astronomía y las Matemáticas tenían un calendario basado en observaciones lunares. Ahora bien, el concepto de mes a partir de las fases lunares lleva implícita la observación constante de fenómenos que no son en absoluto regulares. La duración de un ciclo lunar es variable y está comprendida entre 29 días 6 horas o 29 días 20 horas, siendo el medio de 29 días 20 horas 44 minutos 2 segundos. Un calendario con meses de 29 y 30 días se ajusta bastante bien a los ciclos de la Luna. Habría que añadir 1 día a 1 mes de 29 días cada 30 meses. A pesar de la dificultad de ajuste mediante la Luna, los calendarios solares se complican todavía más. No obstante, este era el que empleaban los egipcios, aunque existen noticias de que en épocas más antiguas si hacían uso de un calendario lunar. 

Hay que tener en cuenta que el pueblo egipcio era esencialmente agrícola, muy pendiente de la inundación anual del Nilo, pero, como veremos, el calendario civil no es apto para propósitos agrícolas. En cualquier caso, lo que sí parece cierto es que el origen del calendario no fue astronómico sino agrícola. Mientras otros pueblos se interesaron por la observación astronómica, fijando la duración de un año según los astros, el pueblo egipcio lo hizo fijándola según la inundación de su fuente de vida. 

Su calendario oficial o civil, es decir el año, renpet constaba de 360 días divididos en 12 meses de 30 días cada uno, a los que añadían cinco más, conocidos por los griegos como epagómenos. Estos 5 días, en egipcio heru repenet eran los dedicados a las festividades celebrando los nacimientos de sus deidades más destacadas: Osiris, Horus, Seth, Isis y Neftis, por ser los días en los que la diosa Nut pudo dar a luz a sus hijos. 



Los meses se agrupaban en estaciones, cada una de las cuales constaba de 4 meses, de 3 semanas de 10 días cada una. Estas semanas denominadas décadas eran llamadas primera, mediana y última. Cada cuatro meses se cumplía una estación del año:  la estación de la inundación Ajet , comprendía más o menos entre el 29 de agosto y el 26 de diciembre de nuestro calendario, la estación de invierno o germinación Peret la situaban entre el 27 de diciembre y el 25 de abril y la estación veraniega o la de sequía, debido a los bajos niveles del rio Nilo a la que llamaban Shemu abarcaba del 26 de abril al 23 de agosto. Los egipcios no empleaban el nombre de los meses en sus escritos, sino que solían usar el número de mes para referirse a una fecha concreta, ejemplo: día 4 del segundo mes de Peret o lo que es lo mismo . 

Este tipo de calendario era el civil el usado por el día a día, como nosotros hacemos y usamos al concretar fechas venideras. Para darle inicio más o menos preciso a tal calendario se regían por la aparición del amanecer helíaco de Sotis, nombre dado a la estrella Sirio y así el año empezaba cuando aparecía por el horizonte en el momento de la salida del sol. Este fenómeno, conocido como salida helíaca de Sotis, se producía en torno al inicio de la inundación anual y daba comienzo el año nuevo. Ahora bien, si tenemos en cuenta el año egipcio de 365 días frente al juliano de 365.25 días se produce un error de 1 día cada 4 años, es decir el principio del año oficial se retrasaba un día cada 4 años. El año sótico, o año alejandrino, no coincide con el solar exactamente, sino que es algunos minutos mayor, por lo que un periodo sótico tenía 1460 años sóticos y 1461 civiles o imprecisos. Este es un error importante, al cabo de 400 años el inicio oficial y el solar estarían desviados 100 días y sólo cada 1461 años coincidirían ambos principios de año. Lógicamente los egipcios observaron este desplazamiento que provocaba que el verano comenzase a mitad de la estación Peret (invierno). Y aquí es donde surgía el problema agrícola. Los egipcios, o al menos los sacerdotes, conocían esta desviación perfectamente, ya que no es difícil observarla, y se puede ajustar con mayor precisión cuanto mayor es el tiempo de observación. Pero el calendario civil no se corregía, sino que acumulaba el error. En el reverso del papiro médico Ebers aparece un calendario en el que se aprecia claramente el registro del desfase entre el año civil y el astronómico y se sitúa el inicio del año en el mes tres de la estación de shemu frente al primer mes de la estación ajet. Si pensamos que la fecha de la inundación era el acontecimiento más importante del año, era necesario calcular y hacer saber a los encargados de las labores agrícolas en qué momento se produciría, puesto que empleando el calendario civil habría años en los que el día de la inundación caería en plena estación de la cosecha. Es posiblemente en este punto donde los sacerdotes utilizaban su poder. Eran ellos quienes calculaban, a través de un calendario religioso, basado en observaciones astronómicas, las fechas religiosas y principalmente la de la inundación. ¿Por qué entonces no cambiaron el calendario civil? La respuesta se encuentra, quizás, en el poder que les otorgaba la necesidad de calcular no sólo la fecha de la inundación sino también ciertas festividades religiosas. Una modificación al calendario civil supondría esa pérdida de poder y era un secreto que el pueblo no debía conocer. 

El resultado y el inconveniente inmediato del uso de este segundo calendario religioso y no popular como el civil, es que algunas fiestas se celebraban el mismo día del mismo mes y otras se desplazaban anualmente. 

El astrónomo Theon de Alejandría (335-405 dc) partiendo del amanecer helíaco de Sotis del año 139 juliano, dedujo que el día 1 del mes de Thot, mes al que se referían los griegos al primer mes de la estación del ajet de los años 1321, 2781 y 4241 a.C. también se produjo el fenómeno. Este cálculo es el que se ha empleado para intentar determinar el inicio del calendario. Si suponemos, como parece lógico, que el calendario debió nacer un año en el que coincidiesen las fechas, debió ser uno de estos. El año 1322 es demasiado cercano. En los "Los textos de las Pirámides" tenemos constancia de la existencia del calendario. Si consideramos que los Textos de las Pirámides son anteriores al 2781 a.C., según la cronología que sigamos, entonces tampoco nos valdría esa fecha, y esta lógica es la que lleva a muchos autores a "aceptar" el 4241 como el año de inicio del calendario, aunque es cierto que la fecha parece demasiado lejana como para ser verdadera y es por muchos autores inadmisible. Hemos de tener en cuenta que toda esta teoría se basa en el supuesto de que el calendario tuvo que comenzar uno de estos años y se llega a ella por eliminación de las anteriores y sobre todo se está considerando que Los Textos de las Pirámides son anteriores al 2781. Si seguimos la cronología más aceptada actualmente deberíamos situar la primera manifestación de estos textos (pirámide de Unis) en torno al año 2350 a.C., por lo que la fecha del 2781 a.C. podría ser bastante acertada y parece la más lógica. 

 

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