LA VERDAD SOBRE LA MALDICION DE TUTANKAMON.

 

                      “La muerte golpeara con su bieldo a quien perturbe el descanso del faraón 

Esta advertencia estaba inscrita en una de las muchas tablillas que se encontraron en la tumba de Tutankamón. Tablilla que curiosamente ni consta en el registro, que jamás ha sido fotografiada ni exhibida, tan solo se conoce su frase por el boca a boca. 

En noviembre de 1922 Howard Carter descubría la tumba KV62 supuestamente intacta y cargada de tesoros inimaginables hasta ahora. La prensa se hizo eco de la noticia y enseguida esta se convirtió en mediática.  

Lord Carnavon, el mecenas de la excavación. vendía la exclusiva al diario británico The Times dejando de lado a la prensa local y discriminado al resto de diarios internacionales. Pero tales diarios tenían que coger parte del pastel que daba la noticia y en una época que el sensacionalismo imperaba, estos medios hicieron uso de ello para vender más ejemplares. La frase de dicha en la tablilla podía dar mucho de si para crear un lucrativo negocio y hacer creer a la opinión que tal maldición existía, pero para eso tenían que tener pruebas, o al menos inventarlas. 



Tanto Carter como Gardiner, encargado de las traducciones jeroglíficas del hallazgo, como cualquier otro científico no temían ni creían en cualquier tipo de maldición, pero si lo hacia una población tan supersticiosa como la egipcia y sus excavadores nativos y esa supuesta maldición si que calo hondo en la población local. 

El gran inventario de la tumba era lento, cada nuevo hallazgo encontrado era comunicado y por tanto noticia prioritaria de prensa y de comentarios, el descubrimiento de la tumba de Tutankamon no dejaba de ser noticia, mientras la prensa sensacionalista esperaba un gran titular para confirmar la existencia del “fakenewsobre la maldición que ella misma había inventado, ese titular tan solo llego cinco meses después de la apertura de la tumba, exactamente el 5 de abril de 1923. 

Tras varios días de agonía Lord Carnarvon fallecía ese mismo día en el hotel Savoy  poco antes de las dos de la madrugada. Henry, el hijo del fallecido, narró que al morir su padre el Cairo quedo a oscuras durante unos minutos por un apagón inexplicable

Desde Inglaterra su hija contaba un hecho ocurrido inexplicable y casual, mientras su padre fallecía la mascota de la familia, una perra de raza foxterrier, dio un sonoro aullido antes de caer desplomada y morir sin razón aparente. 

Semanas antes del fallecimiento, el diario de The Times ya se había hecho eco del delicado estado de salud de Lord Carnavon y el “Daily Express” marginado por no tener la exclusividad, aprovecho para alimentar su sensacionalismo y confirmar que su delicado estado de salud no era más que el fruto de dicha maldición.




MUERTE DE LORD CARNARVON

En 1901 el Lord sufrió un serie accidente de trafico que le dejo secuelas serias sobre todo en sus pulmones y eso le llevo a conocer lugares, como Egipto, mas secos que su Inglaterra natal para que su salud no se resintiera tanto.

Los pulmones quedaron muy expuestos a infecciones tras el accidente y una habitual neumonía acabo con su vida a sus 56 años y no la rimbombante teoría de la picada de un mosquito que había absorbido líquidos de embalsamamiento de la momia como dijo la prensa sensacionalista, su muerte no creo ninguna sorpresa a sus familiares ya que conocían su débil estado.




ORIGEN DE LA MALDICION

El mayor culpable,  como ya explicado, fue el sensacionalismo imperante de la época y la falta de información y exclusivas de un tema tan mediático como fue el hallazgo de la tumba y que la prensa no acreditada quería seguir vendiendo exclusivas para engrosar su numero de ejemplares.

El creador de Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle, fue uno de los culpables de potenciar la supuesta maldición, al decir de manera rotunda que los sacerdotes en el momento de los enterramientos dispersaban micro organismos en las tumbas para que al ser abiertas fueran atacados por los nuevos visitante, teoría suficientemente atractiva para la época, pero insostenible e inverosímil ya que  en la antigüedad no se tenia conocimientos ni de microorganismos ni gérmenes.

La escritora de temas esotéricos que todo el mundo leía, María Corelli, también aporto su protagonismo a la maldición llegando aun mas lejos en imaginación. En el "Daily Express" ,diario al que colaboraba, dejo claramente escrito en un articulo que la fatalidad de la tumba era por irrumpir el descanso del faraón, interpretación de la autora extraída de unas creencias milenarias de la cultura  árabe.

A parir de aquí las leyendas fueron acrecentando y cada vez mas inverosímiles e incluso oportunistas y falsas, como la repentina muerte del egiptólogo y colaborador de la excavación Artur C Mace y que no se produjo hasta 1928 o como Alan Gardiner que descifró el texto de tal tablilla que cite antes y al que la prensa sensacionalista también declaro que había fallecido al poco tiempo después y el cual vivió hasta 1963 y lo mismo ocurrió con el antropólogo Douglas E Derry y que falleció en 1961.


Listado de los fallecidos de que la prensa aprovecho para difundir la maldición.


Lord Carnarvon: Financiero y patrocinador de la expedición, murió de una infección por picadura de mosquito poco después de la apertura de la tumba. 

George Jay Gould I: Financiero estadounidense que visitó la tumba de Tutankamón, murió de fiebre tifoidea en 1923. 

Prince Ali Kamel Fahmy Bey: Fue asesinado por su esposa en 1923, después de haber estado presente durante la apertura de la tumba. 

Hugh Evelyn-White: Egiptólogo que murió en 1924, aunque no se encontraba directamente involucrado en la apertura de la tumba, el suicidio fue la causa de su muerte con 40 años, resultado de una depresión no superada por la repentina muerte, meses antes, de su mejor amigo. 

Sir Bruce Ingham: Periodista que recibió un regalo de un collar de Tutankamón y murió de insuficiencia cardíaca en 1928. 

Richard Bethell: secretario personal de Lord Carnarvon, murió en 1929 por una causa desconocida. 

Aaron Ember: Miembro del equipo de laboratorio de Carter, murió en 1926 de fiebre malaria. 

Sir Archibald Douglas-Reid: Radiólogo involucrado en la expedición, murió en 1924 por complicaciones relacionadas con una infección. 

Colonel Aubrey Herbert: Hermano medio de Lord Carnarvon, murió de septicemia en 1923. 

Arthur Mace: Conservador del Museo Egipcio de El Cairo, que participó en la apertura de la tumba, murió en 1928 de causas naturales. 

James Henry Breasted: Egiptólogo y amigo de Carter, murió en 1935, muchos años después de la apertura de la tumba. 

The Honorable Mervyn Herbert: Hermano de Lord Carnarvon, estuvo presente en la apertura de la tumba y murió en 1929 de neumonía. 

ROMPIENDO EL MITO


 Pese a que es cierto que durante los doce años siguientes al descubrimiento de la tumba varios colaboradores fueron muriendo pero de causas naturales y sin ninguna extrañeza para pensar que las razones salieran de una anómala estadística. De 26 colaboradores 6 murieron durante la siguiente década y todos ya en una edad mas o menos avanzada y de los 10 científicos que participaron en la extracción o de la autopsia de la momia, no sufrió ninguna consecuencia.

Pese que ya está desmitificada ya esta maldición sigue siendo leyenda del sensacionalismo y de núcleos de seguidores del misterio que aun se niegan en creer que tras la KV62 nada paranormal le rodea.

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