La posibilidad de una segunda Esfinge en Guiza es una hipótesis que, aunque rodeada de controversia, presenta argumentos sólidos que la sustentan desde perspectivas arqueológicas, mitológicas y artísticas. Los estudios en egiptología y arqueología, junto con la interpretación de textos antiguos, permiten esbozar esta teoría como una posibilidad coherente dentro de las creencias y estructuras simbólicas del antiguo Egipto y hay varias pruebas que pueden llevar a esta conclusión.

La dualidad es un concepto fundamental en la mitología egipcia, y se expresa de diversas maneras a lo largo de su iconografía, cosmología y rituales religiosos. La existencia de dos fuerzas o figuras complementarias no solo aportaba equilibrio al universo, sino que también representaba la armonía esencial en la relación entre los opuestos. En este contexto, la noción de una segunda Esfinge en Guiza se puede entender como una manifestación física de esta dualidad sagrada, ofreciendo una visión simbólica de la perpetuación del ciclo de la vida y la protección del mundo físico y espiritual.
Aker: dios de la dualidad y el horizonte
El dios Aker es una de las manifestaciones más antiguas y claras de la representación de la dualidad en la mitología egipcia. Suele representarse como dos leones situados espalda con espalda, mirando en direcciones opuestas. Estos leones no solo simbolizan los límites del día —el amanecer y el ocaso— sino que también guardan la entrada y salida del sol, lo que refuerza su papel protector y de control sobre el flujo temporal y espacial. Este dios representa una unión entre opuestos que simboliza el tiempo cíclico, el día y la noche, el pasado y el futuro. En este sentido, Aker es una deidad que personifica la idea de lo dual, y su simbolismo como guardián del horizonte podría haber sido reflejado arquitectónicamente en las esfinges, como protectoras de la meseta de Guiza.
La presencia de dos esfinges en Guiza habría potenciado este simbolismo, ya que cada esfinge podría haberse orientado hacia un punto cardinal distinto, abarcando así la protección completa del horizonte. Al igual que los dos leones de Aker, dos esfinges podrían representar la estabilidad y el equilibrio de todo el cosmos egipcio. Esta dualidad también permitiría a los egipcios proyectar sobre la esfinge un papel sagrado y protector en el ciclo de la realeza, la vida y la muerte.
Dualidad en la cosmología egipcia
La cosmología egipcia sostiene una visión del mundo en la que los opuestos, como el orden (Maat) y el caos (Isfet), se mantienen en un equilibrio esencial. Este equilibrio era una preocupación constante y central para la sociedad egipcia, que veía la función de sus rituales y sus dioses como un esfuerzo por asegurar la estabilidad de Maat y el control sobre Isfet. La existencia de dos figuras monumentales, una frente a la otra o en oposición, habría representado físicamente esta lucha y esta necesaria armonía entre fuerzas opuestas. 👀LOS PILARES DEL ORDEN CÓSMICO, MA´AT E ISFET.👀LA IMPRESCINDIBLE DUALIDAD EN LA EXISTENCIA
Es posible que, de haber existido una segunda esfinge, ésta hubiera simbolizado también este balance. La dualidad se observa en muchos aspectos de la iconografía egipcia, como las coronas dobles de los faraones, que representan las tierras del Alto y Bajo Egipto, o la existencia de dioses gemelos, como Shu y Tefnut, quienes encarnan la separación del cielo y la tierra. Así, dos esfinges en Guiza podrían haber sido vistas como los guardianes de Maat, situados para evitar la entrada del caos (Isfet) en el mundo ordenado y mantener el equilibrio cósmico. 👀FUENTE TEOLOGICA HELIOPOLITANA
El ciclo de la vida y la muerte
La transición entre la vida y la muerte es una fase cíclica que, al igual que el día y la noche, se repite eternamente. Las esfinges, como guardianas de las tumbas reales, pueden haber sido concebidas no solo como protectoras físicas, sino también como guías espirituales en el paso entre la vida terrenal y la vida en el más allá. La idea de dos esfinges en Guiza reforzaría esta función, simbolizando una protección dual que acompaña al faraón en su viaje al reino de los muertos y eventualmente, en su renacimiento.
Si dos esfinges hubieran flanqueado la meseta de Guiza, podrían haber sido vistas como guardianes gemelos del horizonte, controlando el paso del faraón hacia la eternidad y asegurando su retorno simbólico con el amanecer diario. Esta disposición dual habría resonado con los conceptos de regeneración y de ciclo eterno fundamental.👀EL LEGADO DE LOS INMORTALES, PAUTAS ESENCIALES PARA ENTENDER LA MITOLOGIA EGIPCIA
Dualidad en el arte y la simetría arquitectónica
La simetría arquitectónica es una de las expresiones más visibles de la dualidad en el arte egipcio. Desde los templos hasta las estatuas y relieves, la disposición en pares es un elemento característico de la estética egipcia. Los templos estaban frecuentemente flanqueados por estatuas dobles, columnas en pares y puertas simétricas, lo que simbolizaba la armonía y el equilibrio que debían ser preservados en el mundo terrenal y espiritual. 👀LAS PROPORCIONES DEL ARTE EN EL ANTIGUO EGIPTO
En este contexto, la existencia de una sola esfinge en Guiza puede parecer una anomalía en comparación con otras estructuras religiosas, que tienden a mostrar simetría. Esta peculiaridad ha llevado a algunos investigadores a plantear que quizás la simetría arquitectónica original del sitio pudo haber incluido dos esfinges. Al igual que en los templos y tumbas, donde los elementos duales ayudan a realzar la santidad del espacio, dos esfinges habrían fortalecido la función sagrada y simbólica de Guiza, vinculando a los dioses y protegiendo la estructura espiritual del país.👀 LA ARQUITECTURA EN EL ANTIGUO EGIPTO
El simbolismo dual en la cultura egipcia es tan profundo que su posible manifestación física en la forma de dos esfinges en Guiza no solo es plausible, sino que sería una continuación lógica de las creencias religiosas y la cosmología del Antiguo Egipto. Aker, el dios de los límites y del tiempo, y los principios de Maat y Isfet muestran cómo la duplicidad y la simetría eran conceptos integrales en la manera en que los egipcios concebían el mundo.
Las estelas
La estela del sueño y la del inventario son dos artefactos clave que han despertado el interés sobre la posible existencia de una segunda esfinge en la meseta de Guiza. Aunque la evidencia directa sigue siendo escasa.
Fue erigida alrededor del año 1400 a.C. por Tutmosis IV, quien la colocó entre las patas de la Gran Esfinge tras un episodio que transformó su vida y su ascenso al trono. Según el texto grabado en la estela, el joven príncipe Tutmosis tuvo un sueño en el que la Gran Esfinge le habló, rogándole que la liberara de las arenas que la sepultaban casi por completo, prometiéndole ayuda divina y el trono de Egipto a cambio de su intervención. 👀LA ESTELA DEL SUEÑO, EL PRESAGIO DE UN NUEVO REY
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Detalle de las dos esfinges que figuran en la estela del sueño ¿Por qué aparecen dos y no solo una? |
Este relato ha sido considerado por algunos investigadores como una metáfora de la legitimidad de Tutmosis para reinar, pero otros han visto en el lenguaje del texto pistas que podrían indicar que la petición de restauración podría referirse a más de una figura monumental. La estela no es clara al respecto y su interpretación ha sido objeto de debates intensos. De hecho, algunas traducciones del texto sugieren que las palabras utilizadas podrían referirse a "los guardianes" o "las figuras protectoras" de la meseta, lo que sugiere que la esfinge no era una entidad única en la visión original de la estructura.
Es posible que la naturaleza ambigua de la Estela del Sueño haya sido intencional, diseñándose para reforzar el carácter sagrado y enigmático de las estructuras en Guiza. Esto podría haber permitido a los faraones posteriores proyectar su poder a través de los símbolos de la meseta, mientras que dejaba abierta la posibilidad de más de una esfinge que protegiera los secretos de las pirámides.
La estela del inventario
Descubierta en el Templo de Isis, la Estela del Inventario es otro documento clave que menciona estructuras preexistentes en la meseta de Guiza, anteriores a las propias pirámides. La estela fue hallada en el siglo XIX y, según el texto, fue erigida por un faraón de la dinastía XXVI, lo cual se sitúa en un periodo posterior a las grandes construcciones de la IV Dinastía. Esto hace que algunos investigadores duden de su autenticidad histórica, al considerar que podría tratarse de una reinterpretación o incluso un mito creado en épocas tardías.
Sin embargo, el contenido de la Estela del Inventario es intrigante. En ella, se describen objetos, estatuas y figuras que rodeaban el área de las pirámides y que debían haber sido restauradas. Uno de los detalles interesantes es la mención de varias "figuras monumentales" que protegían la entrada al complejo piramidal. Aunque no se hace referencia explícita a dos esfinges, algunos estudiosos han interpretado las alusiones a figuras monumentales como una posible mención de una segunda esfinge.
Interpretaciones y controversias.
La interpretación de estos textos ha sido objeto de mucha controversia. La Estela del Sueño, aunque un testimonio directo de un faraón de la XVIII Dinastía, utiliza un lenguaje que deja margen para múltiples lecturas. Algunos egiptólogos consideran que la referencia a la "figura enterrada en la arena" podría abarcar más de una esfinge, debido al uso de palabras en plural en algunos pasajes. Además, si bien muchos estudiosos sostienen que la Gran Esfinge fue construida por orden de Kefrén, algunos elementos estilísticos y el desgaste de la roca sugieren que podría ser más antigua, lo cual abre la posibilidad de que en una fase anterior hubiera existido una segunda figura en el lugar.
La Estela del Inventario, en cambio, es vista por algunos como un artefacto propagandístico de la dinastía XXVI, cuyo propósito era reclamar la restauración de Guiza como un acto de piedad hacia los dioses. Sin embargo, las menciones de figuras monumentales preexistentes no dejan de ser intrigantes. Si bien se argumenta que pudo haber sido creada para legitimar restauraciones y esfuerzos de mantenimiento de las estructuras de Guiza, otros expertos sugieren que podría estar aludiendo a construcciones ya perdidas en tiempos antiguos, quizás incluyendo una segunda esfinge que no sobrevivió al paso del tiempo.
Implicaciones para la arqueología
Ambas estelas, aunque inconclusas, invitan a considerar la posibilidad de que la meseta de Guiza albergara en algún momento una estructura simétrica de esfinges protectoras. Las ambigüedades lingüísticas y las interpretaciones tardías son complicaciones comunes en el estudio de la escritura jeroglífica y, en este caso, han dado lugar a múltiples teorías. El hallazgo de nuevas evidencias arqueológicas, como indicios de cimientos o estructuras adyacentes a la Gran Esfinge, podría aclarar si existió una segunda esfinge y en qué contexto histórico y simbólico se habría concebido.
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Posible localización de la segunda esfinge donde puede verse una explanada bastante relevante, ambas formarían un conjunto estructural simétrico y crearían el estado dualista propio de la arquitectura y arte egipcio |
Por lo tanto, aunque las estelas no proporcionan evidencias concluyentes, ambas alimentan una hipótesis sobre la posible dualidad y el simbolismo perdido de las esfinges en la meseta de Guiza. Estos documentos nos recuerdan que la interpretación de la historia egipcia aún alberga grandes misterios por descubrir. Fuentes de la antigüedad
Los relatos de historiadores antiguos, como Heródoto y Plinio el Viejo, son fuentes para entender cómo se percibían los monumentos egipcios en el mundo antiguo. Si bien sus descripciones no son siempre precisas ni específicas, pero siempre se tienen que tener en cuenta ya que muchas de sus menciones han alimentado las teorías modernas, en este caso, acerca de una posible dualidad en las esfinges de la meseta de Guiza.
Heródoto
El historiador griego del siglo V a.C., es una de las primeras fuentes occidentales que proporciona descripciones detalladas sobre Egipto y sus monumentos. En sus Historias, Heródoto dedica gran parte de su obra a documentar las costumbres, creencias y monumentos del antiguo Egipto. Aunque no menciona específicamente dos esfinges en Guiza, sus relatos aluden a la monumentalidad y el carácter enigmático de las construcciones, incluyendo las pirámides y las figuras colosales. Pero si que se refiere a la adoración de ciertos dioses de naturaleza dual y simbología gemela y recalca con evidencia que podrían haber inspirado representaciones de figuras dobles o simbólicamente complementarias en el arte y arquitectura. Sin dejar dudas que sus descripciones sugieren que los egipcios pensaban en términos de equilibrio y duplicidad, y que la posibilidad de una segunda esfinge no sería una excepción dentro del arte.
Al no hacer alusión directa a la esfinge es porque nada le debió llamar especialmente la atención, en cambio si lo hubiera hecho al verla solitaria y única en la explanada
Plinio el viejo
En su obra “Naturalis Historia” el escritor y naturalista romano Plinio (23-79 d.C.) hace algunas referencias interesantes sobre las figuras enigmáticas y monumentales de Egipto, a las que describe con un tono de fascinación. Plinio se refiere a la Esfinge de Guiza, mencionando tanto su tamaño como la percepción de misterio que rodea su origen y su propósito. Aunque no afirma directamente la existencia de dos esfinges en Guiza, su énfasis en los misterios de Egipto y sus figuras colosales ha sido interpretado por algunos estudiosos modernos como una posible alusión a figuras emparejadas.
Plinio también menciona la idea de "figuras dobles" en otros contextos egipcios, lo que podría sugerir que estaba familiarizado con la tendencia egipcia de representar a los dioses y guardianes en parejas simétricas. En este sentido, aunque no especifica la presencia de una segunda esfinge, su trabajo ha sido interpretado en ocasiones como una referencia velada a una posible duplicidad en el sitio de Guiza. Plinio destaca además que los monumentos egipcios a menudo simbolizan aspectos profundos de la cosmología y la religión egipcia, lo cual encaja con la idea de que la simetría y dualidad eran aspectos clave en la configuración de monumentos como la esfinge.
En períodos posteriores, otros autores grecorromanos y visitantes al Egipto helenístico también describieron monumentos en Guiza, a menudo haciendo referencia a sus estructuras monumentales y en algunos casos, insinuando la existencia de figuras simétricas. La antigüedad tardía fue un periodo en el que las figuras y los símbolos egipcios se reinterpretaron bajo la influencia de culturas externas. Esta interacción cultural generó nuevas interpretaciones y relatos sobre las figuras monumentales, que a menudo fueron interpretadas como guardianes dobles o como representaciones simbólicas de dioses y poderes opuestos.
Aunque estos elementos no prueban directamente la existencia de una segunda esfinge en Guiza, reflejan una percepción de los monumentos egipcios como estructuras en pareja, con roles de protección y custodia del orden cósmico, lo que apunta a un entendimiento generalizado de la dualidad simbólica en Egipto.
Los relatos de estos historiadores, aunque indirectos y en algunos casos vagos, refuerzan la idea de que el mundo antiguo percibía a Egipto como un reino de misterios, donde los símbolos de poder y protección estaban íntimamente ligados a la simetría y a la dualidad. La combinación de estas fuentes ha llevado a algunos investigadores modernos a especular que la percepción de la cultura egipcia como promotora de un equilibrio dual puede haber motivado el diseño de dos esfinges en Guiza.
Sin embargo, estas teorías deben tomarse con prudencia debido a la falta de evidencia arqueológica directa que respalde la existencia de una segunda esfinge. La influencia de la mitología griega y romana en la percepción de los monumentos egipcios también sugiere que estas fuentes podrían reflejar más las interpretaciones externas que las creencias originales egipcias. Aun así, los testimonios de Heródoto, Plinio y otros autores antiguos ofrecen una perspectiva valiosa que continúa siendo investigada como un elemento complementario en la búsqueda de posibles monumentos perdidos y en la comprensión de la visión antigua sobre la monumentalidad egipcia.
Sea como sea resulta extraño que una civilización tan centrada en la simetría y el equilibrio cósmico hiciera una excepción aquí, rompiendo con patrones presentes en gran parte de su arte y simbolismo. Este detalle desafía lo que sabemos sobre su visión del mundo, y alimenta la posibilidad de que todavía haya aspectos perdidos o desconocidos sobre el diseño original de Guiza y el papel de la esfinge en su contexto sagrado. Este monumento dual sería, en última instancia una expresión y sin ningún sentido de la única existencia dentro de los conceptos y creencias de Egipto.
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