EL EMBARAZO EN EL ANTIGUO EGIPTO

 

El embarazo en el antiguo Egipto, era un tema rodeado de rituales, creencias mágicas y conocimientos médicos rudimentarios.  

Templo de Dendera 



Pruebas de embarazo 

Uno de los métodos más antiguos registrados para detectar un embarazo proviene del Papiro de Kahun (c. 1800 a.C.) un documento médico egipcio que describe una prueba basada en un método para saber si existe un embarazo y si así fuera conocer el sexo del bebe. 

Fórmula para confirmar un posible embarazo: 

Un diente de ajo introducido en la vagina durante toda la noche hasta el amanecer, si el olor del ajo salía de su boca significaba que daría a luz, en caso contrario la mujer no estaba embarazada 

Fórmula para conocer el sexo del bebe 

Según el papiro, la mujer que sospechaba estar embarazada debía: 

Orinar sobre dos tipos de semillas: trigo y cebada, depositadas en dos recipientes separados, esperar varios días para observar si alguna de las semillas germinaba. Si alguna brotaba, la mujer estaba embarazada. Si no germinaba ninguna, no estaba embarazada. 

Si brotaba el trigo, el bebé sería niña. Si brotaba la cebada, el bebé sería niño. 

Efectividad científica de la prueba 

En 1963, investigadores modernos replicaron este experimento y encontraron que la prueba tenía una precisión del 70-75% para detectar el embarazo. Esto se debe a la presencia de estrógenos en la orina de mujeres embarazadas, que pueden estimular la germinación de las semillas. Sin embargo, la predicción del sexo del bebé no mostró ninguna validez científica. 

La prueba del trigo y la cebada es considerada uno de los primeros intentos documentados de diagnóstico de embarazo, mucho antes del desarrollo de los test de embarazo actuales. 

Otros métodos y supersticiones para predecir el género del bebé 

Estas predicciones no eran certeras, pero estaban profundamente influenciadas por supersticiones y prácticas culturales. Algunos de estos métodos incluían la observación de la madre y las características físicas de la gestación. 

Comportamiento de la madre 

Se creía que los deseos de comida de la madre durante el embarazo podían predecir el sexo del bebé.  
Si una mujer tenía antojos de alimentos dulces, se pensaba que esperaría una niña. Por otro lado, si prefería alimentos salados o ácidos, se creía que tendría un niño. Esta creencia tiene una base en las prácticas supersticiosas que conectaban los gustos y deseos de la madre con la naturaleza del bebé.
 

Forma y tamaño del vientre:  

La forma del vientre de la madre era otro aspecto muy observado. Si el vientre de la mujer se proyectaba hacia adelante y tenía una forma más puntiaguda, se pensaba que era señal de un niño. Si el vientre era más redondeado o se extendía hacia los lados, se creía que era una niña. 

Pruebas físicas y naturales 

Algunas supersticiones se basaban en observaciones más concretas sobre el estado físico de la madre: 

Cambios en la piel y el cabello:  

Si la mujer notaba que su piel se volvía más brillante y suave durante el embarazo, se asociaba con el embarazo de una niña. Por otro lado, si la piel aparecía más opaca o áspera, se pensaba que era un niño. 

El comportamiento emocional:  

Se creía que la personalidad de la madre también podía dar pistas sobre el sexo del bebé. Si la mujer era más emocional o sensible, esto se vinculaba con el embarazo de una niña, mientras que si estaba más tranquila o temperamental, se creía que sería un niño. 

 

Protección de la madre y el feto  

Las mujeres embarazadas en Egipto contaban con diversas prácticas para protegerse a sí mismas y al bebé en gestación. Estas incluían el uso de amuletos, rituales mágicos y remedios medicinales. 

Amuletos y deidades protectoras 


Taweret
:
Diosa con forma de hipopótamo que simbolizaba la fertilidad y protegía a las mujeres embarazadas. Sus figuras eran usadas como colgantes o talladas en los "ladrillos de parto".
 


Bes
:
Dios enano vinculado a la protección contra espíritus malignos y enfermedades. Su imagen era común en amuletos y murales de habitaciones de parto.
 👀FOTOGRAFIANDO A LOS DIOSES II

Encantamientos y magia protectora 

Se recitaban hechizos específicos para alejar fuerzas malignas que pudieran causar abortos o complicaciones. 

Lamentablemente, los textos antiguos egipcios que contenían conjuros y fórmulas específicas para proteger el embarazo y evitar complicaciones no han llegado completos hasta nosotros. Aunque sabemos que existían y que se utilizaban en rituales y prácticas médicas, los detalles exactos de estos hechizos se han perdido con el tiempo. Sin embargo, es evidente que la combinación de medicina, magia y religión desempeñaba un papel crucial en la protección de la madre y el feto 

Se escribían fórmulas mágicas en papiros o en pequeños amuletos, que la mujer llevaba consigo. 👀ENTRE LO MUNDANO Y LO DIVINO, EL SIGNIFICADO DE LOS AMULETOS EGIPCIOS

Remedios para evitar abortos espontáneos 

En el Papiro de Ebers, que es uno de los textos médicos más conocidos del Antiguo Egipto, se mencionan algunas hierbas que se utilizaban en contextos de fertilidad y protección del embarazo. 

Algunas de las hierbas y mezclas que se utilizaban incluyen: 

Comino: Se utilizaba tanto para aliviar los dolores menstruales como para proteger el embarazo. A veces, se preparaban infusiones de comino con agua o leche. 

Tomillo: Usado para prevenir abortos espontáneos, el tomillo tenía propiedades que se creían capaces de equilibrar las energías del cuerpo de la mujer embarazada. 

Alholva: La alholva o fenogreco también se utilizaba en diversas mezclas. Se creía que sus propiedades fortalecían el embarazo y ayudaban en los dolores del parto. 

Una fórmula que se describe en ciertos papiros médicos consistía en leche mezclada con estas hierbas (como comino o alholva), ingerida por la mujer para evitar el aborto. La leche se consideraba un vehículo para transferir las propiedades protectoras de las hierbas al cuerpo. 

Ungüentos protectores y aceites 

Además de las fórmulas ingeridas, también se usaban ungüentos y aceites aplicados sobre el vientre para fortalecer el embarazo. Estos aceites y ungüentos no solo servían para aliviar la piel de la madre, sino que se les atribuían propiedades protectoras contra las complicaciones. Entre los aceites utilizados estaban: 

Aceite de sésamo: Se usaba para masajear el abdomen, como un medio para proteger el embarazo y evitar cualquier tipo de complicación. 

Aceite de oliva: También se utilizaba en rituales para proteger a la madre y al bebé, y se aplicaba con fines de purificación. 

Aceites aromáticos: Como el aceite de incienso o mirra, que también se utilizaban con fines espirituales y curativos. La creencia es que estos aceites protegían a la madre de influencias malignas durante el embarazo. 

El seguimiento del embarazo era, en gran medida, un proceso que combinaba observación empírica con creencias espirituales y religiosas. Aunque los egipcios no tenían el conocimiento científico de la biología del embarazo como lo entendemos hoy, tenían una serie de signos, síntomas y prácticas a los que prestaban mucha atención para interpretar el desarrollo del embarazo. 


Signos del embarazo 

Los egipcios estaban bastante atentos a los signos físicos del embarazo, aunque no disponían de métodos de diagnóstico como los actuales. Al igual que en muchas otras culturas antiguas, el crecimiento del vientre y la cesación del ciclo menstrual eran los primeros signos visibles para detectar un embarazo. 




Crecimiento del vientre: A medida que el feto se desarrollaba, el abdomen de la mujer comenzaba a expandirse, lo que se interpretaba como la manifestación visible de la presencia del bebé. Aunque no se entendía el proceso biológico de la gestación, el cambio físico era un signo claro de embarazo. 

Cesación del ciclo menstrual: Otro signo importante era la ausencia de menstruación, que los egipcios identificaban como un indicio de embarazo. Sin embargo, no entendían por qué ocurría, pero se asociaba con la idea de que la "semilla de vida" había sido concebida. 

Desarrollo del alma del bebé 

Una de las creencias es la noción de que el alma del bebé se desarrollaba gradualmente en el vientre de la madre. Esto no solo estaba vinculado con el aspecto físico del embarazo, sino también con una dimensión espiritual. 

El alma del bebé: Según las creencias egipcias, al principio del embarazo, el bebé era considerado un ser sin alma. Se creía que el alma del niño entraba en el cuerpo durante el proceso de gestación, pero no al inicio, sino que se iba desarrollando y tomando forma poco a poco. Esta idea estaba relacionada con la idea de que el alma humana era un aspecto divino y eterno, y que el bebé aún no estaba completamente "vivido" hasta que el alma se completaba dentro de él. Este proceso de desarrollo gradual del alma era visto como un fenómeno sagrado. 

Los dioses y la protección del alma: Los egipcios pensaban que los dioses intervenían en el desarrollo del embarazo y el bienestar del bebé. La deidad de la madre y la fertilidad más relevante era Isis, pero también se reconocía el papel de otras divinidades como Bes (dios protector del parto y la infancia) y Hathor (diosa de la maternidad y la alegría). 👀SEXO EN EL ANTIGUO EGIPTO

El papel de los dioses en el seguimiento del embarazo 

Los egipcios creían que las deidades intervenían de diversas maneras en el embarazo, desde la concepción hasta el parto. Los dioses no solo ofrecían protección espiritual, sino que también se pensaba que influían directamente en el desarrollo del bebé en el útero. 

Bes: Era un dios representado generalmente con un cuerpo pequeño, con rasgos faciales grotescos, pero que poseía una gran fuerza para proteger a las madres y los niños durante el embarazo. Se pensaba que Bes alejaba a los demonios y espíritus malignos que podían causar daño a la madre o al niño. Por lo tanto, se colocaban amuletos o se realizaban rituales invocando a Bes para que asistiera durante todo el proceso del embarazo. 


Hathor:
Como diosa de la maternidad, la música y el amor, Hathor estaba asociada con el bienestar de la madre y el bebé. Se creía que la diosa protegía tanto a la madre durante la gestación como al niño una vez nacido. Las mujeres embarazadas rezaban a Hathor pidiendo su bendición para la salud del feto y para un parto fácil
.
 
Isis: Era otra deidad muy vinculada con la maternidad, conocida por su rol en la protección y la curación. Se pensaba que Isis dotaba al niño por nacer con su magia divina y lo fortalecía dentro del vientre materno, asegurando su buen desarrollo. 


El parto 

El proceso de parto  seguía una serie de pasos cuidadosamente establecidos, combinando conocimiento empírico con prácticas mágicas y religiosas.  



Preparación para el parto 

Cuando se aproximaba el momento del nacimiento, la mujer se retiraba a un espacio apartado dentro de su hogar o en una "casa de nacimiento" (posiblemente una zona especial del hogar destinada a este propósito). En este lugar, se reunían parteras experimentadas, familiares y, en algunos casos, sacerdotisas con conocimientos en magia protectora. 

Se quemaban incienso y hierbas para purificar el ambiente y alejar los malos espíritus. 

Se colocaban amuletos de protección en el área, como figuras de Taweret (diosa de la fertilidad y el parto) y Bes (dios protector de las mujeres embarazadas). 

La mujer embarazada bebía infusiones de plantas medicinales, posiblemente con propiedades relajantes o analgésicas (como el comino o la alholva). 

Posición para el parto 

Las egipcias no daban a luz acostadas. En su lugar, utilizaban una de estas tres posiciones: 

De cuclillas: Era la más común, ya que facilitaba la salida del bebé gracias a la gravedad. La mujer se sostenía de cuerdas colgadas del techo o de los brazos de las parteras. 


Sentada en un taburete de parto:
Se han encontrado representaciones de sillas con un hueco en el centro, lo que permitía al bebé salir sin que la madre tuviera que soportar completamente su peso.
 


Sobre los "ladrillos de parto":
Eran bloques de arcilla o piedra colocados bajo los pies de la mujer para simbolizar protección divina y facilitar la estabilidad. Estos ladrillos estaban decorados con inscripciones y figuras de dioses protectores.
 Las parteras se colocaban frente a la mujer para recibir al bebé y asistir en la expulsión.  👀LA DIOSA MESKHENET


Asistencia de las parteras 

Las parteras jugaban un papel fundamental en el parto y tenían varias funciones: 

Estimulación del parto: Masajeaban el vientre de la mujer para ayudar a la dilatación. 

Lubricación: Aplicaban aceites perfumados en la zona perineal para evitar desgarros. 

Soporte físico y emocional: Sostenían a la mujer y le daban instrucciones sobre cómo y cuándo pujar. 

Uso de magia y rituales: Se recitaban encantamientos y se hacían cánticos para invocar la protección de las diosas. 

En caso de complicaciones, la partera podía administrar infusiones para acelerar el trabajo de parto o aplicar remedios con propiedades relajantes. 

El Nacimiento del Bebé 

Cuando la cabeza del bebé comenzaba a asomar: 

Las parteras lo guiaban suavemente para evitar lesiones. Se usaban paños de lino para limpiar al bebé de inmediato. Una vez expulsado, el cordón umbilical se cortaba con un cuchillo de pedernal y se ataba con hilo de lino. 

Si el bebé no respiraba al nacer, se realizaban frotaciones con aceites o se recitaban conjuros para devolverle el aliento. 



Después del parto 

Tras el nacimiento, la madre y el bebé pasaban por un proceso de purificación: Se lavaba a la madre con agua y aceites perfumados. Se realizaban ofrendas a los dioses, agradeciendo un parto exitoso. La placenta se consideraba sagrada y, en algunos casos, podía ser enterrada en un lugar especial. Se amamantaba al bebé de inmediato, y si la madre no podía, se recurría a una nodriza. 

El nacimiento era visto como un evento sagrado, y la combinación de medicina empírica con magia y rituales reflejaba la profunda conexión de esta sociedad con lo divino y lo natural.👀 SECRETOS DE MADRE EN EL ANTIGUO EGIPTO.




Aborto y anticoncepción 

El aborto y la anticoncepción eran temas delicados y algo controvertidos, aunque existían prácticas relacionadas con ambos. Las fuentes históricas y los textos médicos disponibles revelan que aunque el aborto no era algo que se realizara abiertamente ni se mencionara con frecuencia, sí existían métodos para interrumpir el embarazo o para prevenir la concepción. Sin embargo, debido a la visión religiosa, social y moral de la época, estos procedimientos no se realizaban sin ciertas consideraciones y, a menudo, se vinculaban a prácticas médicas y espirituales. 

Métodos abortivos: 

Algunas de las sustancias mencionadas para inducir el aborto incluían plantas, hierbas y sustancias naturales que se creían capaces de interrumpir el embarazo. Aunque no todos los métodos eran seguros ni efectivos, los egipcios utilizaban las propiedades de ciertas plantas para este propósito. 

Miel y acacia: Una mezcla que incluía miel y acacia se mencionaba en algunos textos como un posible medio para inducir el aborto. La miel, en particular, era conocida por sus propiedades antibacterianas, pero la acacia contenía compuestos que podían tener efectos abortivos. El uso de estas sustancias juntas podría haber servido para provocar contracciones uterinas o como un desinfectante que ayudara a “limpiar” el útero tras un aborto espontáneo o como una forma de interrumpir el embarazo en sus primeras etapas. 

Aceite de ricino: También se hace referencia al uso de aceite de ricino o de hierbas con propiedades laxantes. El aceite de ricino es conocido por su capacidad para provocar contracciones intestinales, pero también se pensaba que podía tener un efecto sobre el útero, inducido contracciones que podrían haber llevado a un aborto espontáneo. 

Aunque no existen registros exactos que indiquen cuán común o efectivo era el uso de estas sustancias para inducir abortos, el uso de hierbas abortivas estaba presente en las fórmulas médicas egipcias, y los textos antiguos los mencionan como posibles soluciones. 

Métodos anticonceptivos rudimentarios 

Los métodos anticonceptivos eran una mezcla de remedios caseros, prácticas mágicas y dispositivos físicos que buscaban prevenir el embarazo. 

Pesarios con excremento de cocodrilo y resinas vegetales: 

Uno de los métodos más documentados de anticoncepción es el uso de pesarios: objetos insertados en la vagina para bloquear la entrada de esperma al útero o para alterar el ambiente vaginal. Estos pesarios se fabricaban a partir de excrementos de cocodrilo, resinas vegetales o otros materiales naturales que tenían propiedades antisépticas o con propiedades obstruyentes. 

Excremento de cocodrilo: Los pesarios de excremento de cocodrilo eran una de las prácticas más inusuales y mencionadas. Aunque el excremento de cocodrilo no tenía propiedades científicamente probadas para evitar el embarazo, su uso puede haber sido motivado por su capacidad para formar una barrera física en el útero, y también por sus supuestas propiedades mágicas y protectoras, dada la importancia del cocodrilo en la mitología egipcia, asociado con la protección y la fertilidad. 

Resinas vegetales y otros materiales: También se usaban resinas de plantas y exudados vegetales, que, por su consistencia pegajosa, probablemente formaban una barrera física en el canal vaginal para bloquear el esperma. Algunos de estos materiales también se usaban por sus propiedades medicinales y astringentes, que podían alterar el pH del útero y dificultar la fecundación. 

Pócimas y bebidas anticonceptivas: 

Además de los métodos físicos, se sabe que los egipcios también utilizaban mezclas herbales que actuaban como anticonceptivos, aunque los detalles específicos de estas fórmulas no siempre son claros. Algunas de las hierbas que se empleaban en la medicina egipcia, como la pimienta o la alholva, tenían propiedades que podrían haber alterado el ciclo menstrual o prevenido la concepción. 

Bebidas con hierbas: Se sabe que algunas infusiones o bebidas herbales podrían haber sido utilizadas por las mujeres egipcias para regular la fertilidad. Hierbas como la alholva y el comino también estaban presentes en las fórmulas para regular la menstruación, lo que indicaba que podrían haber jugado un papel en los métodos anticonceptivos para las mujeres que querían evitar el embarazo. 

El rol de la magia y la religión en el aborto y la anticoncepción 

El aborto y la anticoncepción en el Antiguo Egipto no solo se trataban a través de métodos físicos o herbales, sino también a través de prácticas mágicas y espirituales. Las creencias en las fuerzas divinas jugaban un papel fundamental en la protección y el control de la fertilidad. 

Amuletos y rituales: Las mujeres que deseaban evitar el embarazo o interrumpirlo en las primeras etapas podían recurrir a rituales mágicos, recitando hechizos o conjuros para pedir la intervención de diosas como Isis, Hathor o Taweret. También se utilizaban amuletos y figuras protectoras que creían que ayudaban a controlar el embarazo y la fertilidad. 

Intervención divina: Las mujeres que buscaban prevenir el embarazo o inducir un aborto también podían recurrir a los dioses como Bes (protector de los partos) o Isis, que jugaban roles importantes en la protección de la madre y el bebé. Dependiendo de la creencia, estos dioses podían ofrecer asistencia en el control de la fertilidad o en la interrupción del embarazo, especialmente si la situación lo requería. 

Consideraciones sociales y religiosas 

A pesar de la existencia de estos métodos, la práctica del aborto era probablemente un tema delicado en la sociedad egipcia, ya que la vida y la procreación estaban profundamente vinculadas a la religión y la moral. Los egipcios veían la fertilidad como un don divino, y la interrupción del embarazo podía ser vista como una intervención en el plan divino. 

Sin embargo, en situaciones de riesgo para la madre o el bebé, es posible que el aborto fuera aceptado, sobre todo si se realizaba dentro de un contexto mágico o ritual. En resumen, aunque existían prácticas para evitar la concepción o interrumpir el embarazo, estas estaban rodeadas de creencias religiosas y espirituales, y no eran prácticas comúnmente documentadas en la sociedad egipcia. 

 

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