NAZISMO Y EGIPTOLOGIA

CUANDO LO ABSURDO SE VUELVE CIENCIA

Ahora que se estrenó otra parte de indiana Jones pienso que es buen motivo para dedicarle unas palabras a la relación del nazismo con la egiptología ya que mucha gente se lo pregunta.  

Durante el período del Tercer Reich en Alemania (1933-1945), los nazis utilizaron la egiptología y la arqueología en sus esfuerzos por promover su ideología racista y propagandística. Si bien algunos egiptólogos alemanes durante ese tiempo se dedicaron legítimamente a la investigación y excavaciones en Egipto, el régimen nazi también explotó y distorsionó la egiptología con fines políticos. La propaganda racial nazi en el contexto de la egiptología fue una manipulación ideológica y política, que distorsionó la historia egipcia para encajar con la ideología del régimen. Los nazis intentaron establecer conexiones entre el antiguo Egipto y la "raza aria" para respaldar su supuesta superioridad y legitimidad, ignorando la falta de evidencia histórica que sustentara estas afirmaciones.  

¿Pero en que se basaban?  

Los nazis veían a la antigua civilización egipcia como superior y la madre de todas estas y trataban de establecer conexiones y similitudes, a cualquier precio y como fuera, entre su propio movimiento y la grandeza del antiguo Egipto.  

Los nazis afirmaron que los antiguos egipcios eran miembros de la "raza aria" y para eso tenían que buscar una justificación e intentar establecer conexiones entre los antiguos egipcios y los arios nórdicos, afirmando que ambos grupos compartían una ascendencia racial común. Sin embargo, esta idea carece de evidencia y se basa en interpretaciones sesgadas y manipuladas de la historia egipcia por parte del reich 

Los nazis utilizaron la iconografía egipcia para respaldar su ideología, respaldándose en la utilización de descubrimientos arqueológicos, descubiertos e interpretados por egiptólogos alemanes afines al régimen, que iban desgranando a su antojo y conveniencia y así como hacían con ciertas figuras y estatuas egipcias de manera selectiva, enfocándose en aquellas que consideraban que se asemejaban a la representación del ideal ario de belleza. Pero todo este sin sentido evidentemente tenía que tener un artífice y alguien que se encargara de que esta farsa fuera controlada y usada como propagandística. 

 AHNENERBE 

La Ahnenerbe fue una organización creada durante el régimen nazi en la Alemania de 1935. Su nombre completo en alemán es "Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte", que se traduce como "Sociedad para la Investigación y la Enseñanza de la Herencia Ancestral". Esta organización tenía como objetivo llevar a cabo investigaciones y estudios pseudocientíficos y esotéricos sobre la historia, la cultura y las tradiciones de las antiguas civilizaciones, con el fin de respaldar y promover la ideología nazi y el concepto de la superioridad aria. La Ahnenerbe se involucró en una amplia gama de actividades que iban desde la investigación arqueológica y etnográfica hasta la búsqueda de objetos y artefactos que respaldaran la narrativa del Tercer Reich. Sin embargo, muchas de sus teorías y conclusiones carecían de base científica y se basaban más en creencias pseudocientíficas, mitos y justificaciones absurdas. 

Heinrich Himmler, tuvo un papel clave en la creación y financiamiento de la Ahnenerbe. La organización realizó expediciones y estudios en diferentes partes del mundo, como el Tíbet, países nórdicos y también Egipto, con el fin de encontrar pruebas que respaldaran su ideas racistas y nacionalistas. 

Emblema de la Ahneberbe. Muestra sus inscripciones con letras rúnicas, testimonio que los nazis creían que sus orígenes estaban también ligados a las civilizaciones nórdicas.   


Heinrich Himmler (1900-1945) fue un influyente líder nazi y uno de los principales arquitectos de la maquinaria de represión y terror del Tercer Reich. Nacido en Munich, Alemania, se unió tempranamente al Partido Nazi y a las SS (Schutzstaffel), convirtiéndose en uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler. Himmler desempeñó un papel fundamental en la expansión y organización de la SS, convirtiéndola en una poderosa fuerza paramilitar que desempeñó un papel importante en la implementación de políticas represivas y genocidas del régimen nazi. Fue responsable de la creación y administración de campos de concentración y campos de exterminio, donde tuvieron lugar los horrores del Holocausto. 

Durante sus investigaciones en Egipto, la Ahnenerbe tendía a seleccionar y destacar específicamente aquellos aspectos de la historia y la arqueología que podían ser interpretados como evidencia de la conexión entre la antigua civilización egipcia y la supuesta superioridad aria. Esta selección sesgada de evidencia llevaba a una interpretación distorsionada y a menudo ficticia de la historia real. 

La Ahnenerbe promovía como prioridad, la idea de que la raza aria tenía un papel central en el desarrollo de la civilización egipcia y que había influido en la creación de los logros culturales y arquitectónicos de la antigua Egipto. Sin embargo, también, estas afirmaciones carecían de fundamento científico y eran más bien basadas en mitos y narrativas ideológicas.  

Durante sus expediciones y estudios en Egipto, la Ahnenerbe prestaba una atención desproporcionada a ciertos aspectos de la historia y la arqueología que se alineaban con su narrativa. Por ejemplo, podían enfocarse en inscripciones o artefactos que parecían tener similitudes superficiales con símbolos o conceptos arios, mientras que ignoraban o minimizaban otros elementos que no encajaban con su agenda. A menudo aplicaban interpretaciones forzadas y altamente especulativas a las pruebas arqueológicas. Esto significaba que podrían tomar objetos o inscripciones que tenían un significado cultural o religioso en el antigua Egipto y reinterpretarlos en términos de la ideología nazi, evidentemente muy distorsionadas y no basada en una comprensión rigurosa de la cultura egipcia. La Ahnenerbe evitaba deliberadamente la egiptología académica establecida, que se basaba en investigaciones rigurosas y enfoques científicos para entender la historia y la cultura de Egipto. En cambio, la organización prefería interpretaciones que se ajustaran a su propia ideología y objetivos políticos, lo que a menudo resultaba en una falta de fundamento y credibilidad en sus conclusiones. 

Aunque la Ahnenerbe intentaba presentarse como una organización científica legítima, sus actividades eran en gran medida rechazadas por la comunidad académica y la egiptología establecida. Los investigadores serios y respetados en el campo consideraban que las teorías y métodos de la Ahnenerbe carecían de rigor y credibilidad. la Ahnenerbe tenía un enfoque altamente tendencioso y selectivo en sus investigaciones en Egipto, buscando constantemente evidencia que pudiera ser interpretada como respaldo de su ideología racial y política. Esta selección sesgada de evidencia y la manipulación interpretativa llevaban a conclusiones distorsionadas y ficticias sobre la historia y la cultura egipcia y dentro de la sociedad científica no todos los egiptólogos y arqueólogos comulgaban con estas ideas, los que no lo hacían eran desacreditados, en el mejor de los casos, o eran invitados a un exilio forzado como fue el caso, entre otros, de Georg Steindorff. 

Georg Steindorff fue un egiptólogo alemán nacido en 1861 Se formó en la Universidad de Göttingen , donde estudió filosofía, arqueología clásica y egiptología.  

En 1893 se convirtió en profesor de egiptología en la Universidad de Leipzig, y en 1902, se mudó a la Universidad de Göttingen, donde ocupó la cátedra de egiptología hasta su jubilación en 1935. Año en que la situación se deterioró dramáticamente y fue desacreditado simplemte por ser de ascendencia judia y no ser simpatizante del partido nazi. Se le prohibió viajar al Congreso Orientalista en Roma, al igual que la actividad docente adicional debido a la Ley de Ciudadanía del Reich , lo que provocó un deterioro masivo en la gama de cursos ofrecidos en la universidad. Con los documentos de la antigüedad egipcia y la revista de lengua y arqueología egipcias publicada por él tuvo que aceptar a Walter Wolf, unos de los que en noviembre de 1933 firmó la Confesión de fe de los profesores alemanes sobre Adolf Hitler como coeditor, en 1937 finalmente fue despedido como editor. Otro golpe del destino fue la renuncia forzosa a la Academia Sajona en diciembre de 1938, a la que pertenecía desde hacía 40 años. En 1936, Steindorff vendió la mayor parte de su colección egipcia privada a la universidad y viajó a Estados Unidos varias veces, hasta que en 1938 termino trasladándose definitivamente hasta su muerte, en California en el año 1951, a la edad de 90 años.  

Georg Steindorff, durante su exilio en estados unidos, mando una comprometedora carta a John Wilson, profesor de Egiptología en el Oriental Institute de Chicago, en la que cuenta explícitamente como la ideología nazi y el ahnenermehabía dividido a los egiptólogos alemanes de la época en dos categorías: “men of honor” es decir, los fervientes fanáticos al nazismo y en el segundo grupo, los simplemente afines al régimen nazi.  

En el primer grupo, Steindorff menciona sin tapujos a Alexander Scharff, Rudof Anthes, Hans Bonnet, Hans Wolfgang Müller, Ludwig Keimer y Bernhard von Bothmer. En el segundo y vergonzante grupo Steindorff citaba a Hermann Grapow, Alfred Hermann, Hermann Kees, Hermann Junker, Wilhelm Czermak, Siegfried Schott, Herbert Schaedel, Günther Roeder, Uvo Hölscher, Heinrich Schäfer, Walter Wolf y von Bissing, matizando en cada caso la diferente intensidad con la que cada uno de ellos abrazó los postulados nazis. La carta, escrita en junio de 1945 cuando el régimen nazi ya llegaba a su declive, muestra claramente y sin tapujos que la egiptología alemana de la época estaba oprimida totalmente bajo la influencia propagandística.  

Esta carta no solo demuestra que la egiptología alemana era cómplice de la ideología nazi, sino que también demuestra la farsa y sinsentido, de no solo el origen ario, sino de la inexistencia del término como tal y que tuvieron que reescribir la historia del antiguo Egipto para encajar en su narrativa racista.  



Con estas líneas creo que queda contestada la pregunta que formule al principio ¿En qué se basaban....? En nada.  

La valentía de steindorff en mandar la carta a su colega norteamericano jhon Wilson, tuvo consecuencias en la egiptología alemana, la lista se fue ampliando y detallando nombre por nombre lo que había aportado erróneamente a la ciencia. El caso se terminó llamándose la “lista steindorff.”  

Tal lista no sirvió para ejecutar una “caza de brujas”, ya que todos los que aprecian en ella, ninguno pudo ser acusado de ninguna atrocidad ni delito grave contra la humanidad, pero si que sirvió para poner en evidencia y desacreditar a egiptólogos que fueron artífices de ideas que iban contra la ciencia para justificar lo injustificable del origen de la raza aria, basándose en mentiras y exaltación de la verdad. 

Lo que no cabe duda es que tras la hazaña de la “lista steindorf” la reputada egiptología alemana que disfrutaba antes del régimen nazi quedó desacreditada y muy cuestionada. Las sombras de los nacionalismos son muy espesas y oscuras. 

 EL D.A.I 

Donde tuvo consecuencias negativas y donde más se atacó a la egiptología alemana fue en el mismo Egipto y años antes de que fuera publicada la “lista Steindorff”. En 1907 el egiptólogo alemán Adolf Herman, crea, tras intentarlo durante 10 años, el instituto alemán de arqueología (DAI) en Egipto, llevando a la egiptología alemana a un relevante puesto internacional dentro de la ciencia humanista y siendo como director Ludwing Borchardt. En 1929, es decir 22 años después el DAI comete el gran error, sin quedarle otro remedio, de afiliarse al Instituto arqueológico del reich, que tenía sede en Roma, Atenas y Estambul, pero, aun así, seguía manteniendo su prestigio pese a que ya se iban gestando los convencionalismos de la propaganda nazi y los falsos testimonios del supremacismo ario y su origen. Al estallar la segunda guerra mundial, en 1939, Egipto rompe las relaciones con Alemania y el DAI queda precintado y se embargan todas sus obras juntamente con la biblioteca y pasa a manos del gobierno egipcio. 

En 1929, el DAI, al afiliarse al instituto arqueológico del reich, Herman Junker toma el cargo de director tras ser obligado abandonar su antecesor, Ludwing Borchardt, acción que Junker siempre negó excusándose que aceptó el puesto porque le habían prometido apoyo financiero para excavaciones y publicaciones.  

Expedición arqueológica, Egipto 1933


Herman Junker (1891-1962) En 1896 ingresó en el seminario de Trier . Ya durante sus estudios de teología mostró un gran interés por la filosofía y las lenguas orientales. Después de cuatro años de estudio, Junker fue ordenado sacerdote y nombrado capellán en Ahrweiler an der Ahr. Sin embargo, continuó estudiando idiomas y asistió un día a la semana a un colegio para principiantes sobre el idioma egipcio antiguo con Alfred Wiedemann en Bonn. Lideró varias expediciones arqueológicas en Egipto y Sudán en nombre del Museo del Estado de Berlín y realizo una amplia bibliografía sobre todo refiriéndose a las excavaciones que realizo en Giza. Si bien no hay evidencia de que Junker estuviera directamente involucrado en la propaganda nazi, su trabajo y descubrimientos arqueológicos podrían haber sido utilizados o manipulados por el régimen para promover su ideología, sin embargo, Steindorff lo incluyo en la lista de los negativos, los que comulgaban con las ideas del régimen. De él cuenta: "Dr. Hermann Junker, ex profesor de Egiptología en la Universidad de Viena, más tarde director del Instituto Alemán de Arqueología Egipcia en El Cairo. Es muy difícil describir el carácter de este hombre porque no lo tiene. He oído que se rumoreaba en Inglaterra que Junker actuó como espía en Egipto. no lo creo Era demasiado listo para comprometerse con tal actividad. Jugó seguro. Sin embargo, usó su cargo y el Instituto Estatal para promover la propaganda nazi. El Instituto siempre estaba disponible para las reuniones nazis, la casa de Junker siempre estaba abierta a los invitados nazis, principalmente austriacos. Todos los nazis encontraron una recepción cordial en el Instituto Alemán de El Cairo. Aprecio a Junker como un erudito de primer orden. Más que eso, lamento no poder decirlo. En el mejor de los casos, sus acciones y opiniones siempre han sido ambiguas.”  

Después de 1945 y sin ingresos fijos Junker inicialmente vivió recluido en Rodaun, cerca de Viena. A mediados de la década de 1950, el Instituto Arqueológico Alemán le otorgó una pensión. Como aún no era posible una transferencia al extranjero, se mudó a Trier.En 1957 recibió dos publicaciones conmemorativas de su 80 cumpleaños. En 1959, a instancias de la Diócesis de Trier, recibió la Cruz Federal al Mérito, Primera Clase. 

Hermann Junker murió en Viena el 9 de enero de 1962. Fue enterrado en el cementerio de Rodaun 

No fue hasta 1957 que el DAI pudo reabrir sus puertas y seguir sus investigaciones en Egipto, pero con  un camino difícil de recuperar ya que esos años habían perjudicado muchísimo a la egiptología alemana. 

ADOLFNEFERTITI 

Ha quedado claro que lo nazis tuvieron que inventarse una narrativa falsa para justificar su origen, reescribieron la historia del antiguo Egipto para encajar en su narrativa racista. Presentaron a los egipcios como pioneros en la civilización y como la "raza madre" que había dado origen a todas las culturas superiores del mundo, sobre todo la alemana. Esta interpretación distorsionada buscaba elevar la identidad nacional alemana y justificar la expansión imperialista, pero no solo querían basarse en palabras que fomentaban la propaganda, sino que también querían hechos y pruebas. 

el 6 de diciembre de 1912, en unas excavaciones realizadas por la Orient-Gesellchaft y encabezadas por el egiptólogo alemán Ludwig Borchardt, el mismo que fue obligado a dimitir del cargo del DAI para que Junker le sucediera, en el estudio del escultor real Tutmose en Amarna, se encontró enterrado el busto de Nefertiti, el más famoso y conocido de la egiptología. Borchardt seguro que no pensó, que ese busto de piedra caliza de 50 cm de altura y de 20 k de peso que acababa de desenterrar, sirviera en un futuro para algo más que ser admirado y expuesto en una galería. Un año después de su hallazgo, tocaba hacer inventario ante las autoridades egipcias y repartirse las obras que podían llevarse a Alemania y las que se quedaban en Egipto. Borchart quería llevarse el busto a toda costa a Alemania y ante los inspectores quito importancia al diciendo que era simplemente una pieza de escayola, medio rota y sin ninguna importancia, fue efectivo el engaño y la obra fue finalmente llevada a Alemania. Con el tiempo Egipto se arrepintió y fue reclamando el busto, pero al tomar el poder Hitler fue rotundo referente al tema y advirtió que «Lo que está en manos de Alemania queda en Alemania» Y por si aún quedaba alguna duda el mismo Führer se refirió a las autoridades egipcias directamente diciéndoles «Conozco el famoso busto. Lo he observado maravillado muchas veces y me deleita siempre. Es una obra maestra única, un verdadero tesoro. ¿Sabe usted lo que voy a hacer algún día? Voy a levantar un nuevo museo egipcio en Berlín. Sueño con ello. Dentro de él construiré una cámara coronada por una gran bóveda y en el centro estará Nefertiti. Jamás renunciaré a la cabeza de la reina». 

Este hecho hizo más popular la obra y se convirtió en poco tiempo en el emblema de Alemania y en el gran hallazgo de la egiptología alemana, se utilizó su imagen en carteles propagandísticos de todo tipo e incluso se plasmó en sellos de correos, y como no aprovechando esta popularidad ¿Qué mejor obra para usar como coartada para idealizar el espíritu ario y nacionalista? 

Los nazis promovieron una imagen idealizada de Nefertiti como un arquetipo de la belleza "aria". A través de imágenes y representaciones artísticas, presentaron a Nefertiti como una mujer de características nórdicas, con rasgos faciales e incluso de cabello rubio. Intentaron establecer una conexión ficticia y absurda entre Nefertiti y la "raza aria" simplemente para reforzar su narrativa supremacista.  

La manipulación de la figura de Nefertiti es solo un ejemplo de cómo utilizaron la egiptología y la historia del antiguo Egipto para promover su ideología racista y nacionalista y sin sentido. Es decir llevar la caricatura a ciencia.  

Adolf Nefertiti

 

La autenticidad en el estudio de la historia y la arqueología es un pilar fundamental que garantiza la búsqueda rigurosa de la verdad y el entendimiento genuino de las civilizaciones pasadas. En su esencia, eso implica un compromiso inquebrantable con la objetividad, la imparcialidad y la integridad académica. 

La arqueología, como disciplina, se esfuerza por desenterrar las huellas tangibles de las sociedades antiguas a través del análisis meticuloso de artefactos, estructuras y contextos culturales y eso exige que los arqueólogos documenten y evalúen minuciosamente cada hallazgo sin prejuicios ni agendas preconcebidas. Cada pieza, cada inscripción y cada capa de tierra se abordan con una curiosidad científica que busca comprender el pasado tal como era, no como deseamos que sea. 

En la narración histórica, la autenticidad implica un compromiso con fuentes confiables y evidencia verificable. Los historiadores se esfuerzan por evitar la distorsión o la manipulación de los hechos en función de intereses políticos, ideológicos o personales. Los relatos históricos honestos se basan en documentos primarios, testimonios directos y registros contemporáneos, asegurando así que las interpretaciones sean fundamentadas y legítimas. 

En última instancia, estas actitudes crean un llamado a la transparencia y a la responsabilidad intelectual. Permite que las generaciones actuales y futuras accedan a una comprensión genuina del pasado, apreciando tanto sus logros como sus desafíos. Al comprometernos con la autenticidad, respetamos la rica complejidad de las culturas que han precedido a la nuestra y contribuimos a un conocimiento más enriquecedor y preciso de la historia de la humanidad. 


 

2 comentarios:

  1. No encuentro ninguna diferencia entre el nazismo y el silencio de la Iglesia católica sobre el holocausto. Nazis cristianos disfrazados de santos. Así que repetir en esta publicación "los nazis" continuamente es desacertado.

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  2. Repito la palabra nazi porque no se si te has dado cuenta que el articulo, como su titulo indica va de las conductas de los nazis referente a la egiptología, si tratara de otro tema se repetiría la palabra del tema a tratar, gracias por tu comentario

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